Toros

Sinsabores de estío

Por Almudena Hernández Pérez1 min

Espectáculos23-06-2001

Las tardes del estío recién estrenado traen mucho de sol y moscas. La actividad taurina se multiplica y, por lo visto en los últimos días, los sinsabores también. Julián López El Juli fue ingresado el sábado día 23 con motivo de un decaimiento mientras se estaba recuperando del percance que sufrió el 5 de junio en Las Ventas. El torero parece tener dolencias en los riñones.

Antes de darse nuevamente de baja, el diestro madrileño reapareció y triunfó en la Feria de Hogueras de Alicante, pues sumó tres orejas y salió en hombros junto a Juan Antonio Ruiz Espartaco, Eugenio de Mora y el mayoral de la ganadería El Torreón. Tampoco tiene suerte Juan José Padilla, que la semana pasada sufrió una recaída de su dolencia de ciática y podría detener su curso taurino. A la fuerza lo tuvieron que hacer hace unas semanas los hermanos Luis y Antonio Domecq, cuando el camión de sus caballos fue atacado con cócteles molotov durante la pasada feria de San Isidro. Ante el grave incidente, los rejoneadores perdieron parte de la cuadra y cortaron su temporada. Sin embargo, los dos caballeros podrían continuarla en el mes de agosto. Para entonces ya se habrán celebrado muchas ferias y otras estarán en vísperas, pues en verano siempre están apretadas en el calendario los festejos taurinos. La semana pasada abundaron también las presentaciones de carteles, fue el caso de los seriales de San Sebastián, Albacete, La Coruña y Azpeitia. En estío la fiesta de los toros salpica la geografía española, que tiene que ser cruzada en todas las direcciones por los vehículos de las cuadrillas. Un hombre de plata, el banderillero Julio Atienza, falleció en accidente de tráfico cuando regresaba de torear en Alicante. El banderillero fue enterrado en la localidad madrileña de Collado Villalba, a donde acudieron varios toreros como Ortega Cano, Alberto Elvira, Luis Miguel Encabo y Martín Antequera para darle el último adiós.