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El negocio de los genes

Por Gema Cubo CabreraTiempo de lectura1 min
Sociedad16-04-2003

Científicos y farmaceúticos ya se frotan las manos ante el negocio que puede suponer el haber descifrado el genoma del ser humano. Desde que se desveló la estructura del ADN, las empresas de biotecnología y bioinformática y los gigantes farmacéuticos como Roche, Biogen o Glaxo Wellcom se lanzaron a una competencia feroz para desentrañar la información contenida en nuestros genes y lograr así la "panacea" para luchar contra enfermedades incurables como el Alzheimer.

El objetivo de las empresas de biotecnología es patentar determinados genes, lo cual aportaría inmensos beneficios económicos a cambio de los derechos que pagarían los laboratorios. Desde hace años, la carrera por ser el primero en descifrar las secuencias genéticas del ser humano ha enfrentado a investigadores del sector público con empresas privadas. En 1995, la compañía privada Celera Genomics, líder en el campo de la biotecnología, entró en la carrera para descifrar el genoma. Entonces se inició una gran competencia entre esta empresa y el llamado Proyecto Genoma Humano, instituto financiado con fondos públicos que integra a investigadores de varios países como EE.UU., Alemania, Inglaterra, Francia, Japón y China. Esta particular guerra terminó en el año 2000, cuando ambas partes decidieron publicar toda la información en Internet. El resultado de la lectura de nuestro mapa genético ha concluido dos años y medio antes de lo que se pensaba y ha costado 2.700 millones de dólares, 300 menos de lo previsto, nada comparable a lo que el descubrimiento puede rentar en adelante. Esta circunstancia podría desencadenar la discusión de la opinión pública en torno a las consecuencias sociales, políticas y éticas de que el genoma humano se convierta en una propiedad privada.