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La nigeriana que mantuvo relaciones extramatrimoniales será lapidada

Por Miguel G. SeséTiempo de lectura1 min
Sociedad08-03-2003

Amina Lawal, la mujer nigeriana acusada por mantener relaciones estando divorciada, ha sido finalmente condenada a lapidación en un tribunal nigeriano, entre los vítores de los asistentes al juicio. Los derechos humanos, especialmente los de la mujer, vuelven a sufrir un duro varapalo. Esta vez ha sido en Nigeria, donde un tribunal de carácter islámico ha condenado a muerte a esta mujer.

Dicho castigo es la pena impuesta a una mujer que tuvo una hija más de nueve meses después de haberse divorciado, es decir, por haber mantenido relaciones sexuales después de haber roto con su pareja. "Ratificamos el fallo de la corte inferior", dijo el juez Aliyu Abdulahi en nombre de los cuatro jueces del alto tribunal islámico en Funtua, en el estado norteño de Katsina. Sentencias como esta muestran que la consecución de los derechos humanos y de la igualdad entre sexos aun está muy lejos a nivel mundial, con lugares donde las mujeres se sienten agraviadas por leyes injustas y sexistas. Pero el problema no es político, sino cultural y social. Una clara muestra es que, al escuchar el fallo del tribunal, y mientras Amina lloraba abrazada a su hija, se produjo un estallido de júbilo entre los asistentes al juicio, e incluso se escucharon gritos tales como "Dios es grande". La mujer, que tuvo treinta días de libertad condicional para apelar el fallo, no ha logrado hacer cambiar la opinión de la justicia en Nigeria, ni siquiera con el inmenso apoyo de la Comunidad Internacional. El juez dijo que la sentencia será ejecutada apenas Lawal deje de dar el pecho a su bebé. Pese al duro revés, los abogados de Amina presentarán un nuevo recurso a una instancia superior. La ley islámica fue impuesta en la zona Norte del país, pese a que el presidente de la nación nigeriana considera condenas de este tipo como anticonstitucionales.