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Alemania saca un cero en crecimiento

Por José Martín de BernardoTiempo de lectura1 min
Economía01-03-2003

Se mire por donde se mire Alemania demuestra con los últimos datos que su economía no esta para muchos trotes y mucho menos para soportar el gasto de una guerra. Así se desprende de los datos de crecimiento a un ritmo del cero por ciento en el último cuatrimestre y de un 0,2 por ciento anual. Por su parte, el déficit público alcanzó el 3,6 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB). Las esperanzas germanas para una posible reactivación están puestas en el segundo semestre. Siempre y cuando la guerra con Irak no cause traumas económicos.

Nada de nada, ni mucho ni poco... De este modo ha sido el crecimiento económico en Alemania en su ultimo cuatrimestre, a un ritmo del cero por ciento. Al gigante alemán le crecen los enanos, pues a este mal dato de crecimiento le acompaña un alza del déficit público en un 3,6 por ciento. Si ponemos delante de un espejo al motor germano, se refleja la debilidad de su consumo privado y la desaceleración de las exportaciones. Este último factor siempre ha sido el punto fuerte de la economía en Alemania. Bien, ahora ya no lo es. Ambos factores tienen un fuerte impacto en las cuentas estatales que se ven perjudicada por menos ingresos a través de impuestos que gravan el consumo. De ahí que el déficit público alcance el 3,6 por ciento del PIB al haber menos ingresos. Esta caída en el déficit es una décima menos de lo que se había estimado, pero seis décimas más de lo permitido en el pacto de estabilidad en la Unión Europea. También se publicaron los datos de la inflación que aumenta en un 1,1 por ciento por el aumento del precio de los carburantes. La posible reactivación se espera en el segundo semestre. Siempre y cuando una guerra en Irak no cause mayores traumatismos en la economía mundial. Cabe recordar que Alemania es junto a Francia la mayor oposición en Europa a una guerra en Irak. De modo, que por si acaso que no se tambalee el mundo por si se cae de sopetón el motor alemán.