VELA
El triunfo histórico de un país sin mar
Por Roberto J. Madrigal1 min
Deportes02-03-2003
La apuesta suiza, al fichar a la tripulación que hizo campeón al Team New Zealand, tuvo premio. El Alinghi se impuso por 5-1 en la final a los neozelandeses, al mejor de nueve regatas, y logró dos hitos insólitos: que un país sin mar logre el triunfo en la competición de vela más prestigiosa, y que Europa recupere la supremacía después de lograr su único triunfo en la primera edición, en 1851.
También entró en la leyenda el patrón Russell Coutts, que en 1995 y 2000 había llevado a Nueva Zelanda a lo más alto, pero que optó después por embarcarse en el proyecto europeo, mejor pagado, junto con casi toda su tripulación. La experiencia fue un grado, y Coutts logró su tercer triunfo consecutivo en la Copa América, en la que además estableció un registro de 14 victorias parciales en las regatas, récord absoluto. Los suizos se aprovecharon en la primera regata de los problemas técnicos que sufrió su rival neozelandés para ganar la guerra sicológica; en la segunda regata, tremendamente reñida, el Alinghi se impuso por un estrechísimo margen, siete segundos, que fue el mismo saldo de la tercera batalla en el mar. Las condiciones meteorológicas concedieron un respiro de diez días a los neocelandeses, pero el destino estaba sellado: en la cuarta regata, el equipo de Oceanía rompió el mástil. En la última regata, los suizos volvieron a ganar por la mano en el duelo por ocupar el lugar más favorable al viento y convirtieron en inútiles los esfuerzos del capitán del Team New Zealand, Dean Barker, por recortar la ventaja. Los resultados y el golpe a la historia convierten al multimillonario Ernesto Bertarelli, de origen italiano, en una celebridad. Sin embargo, en él recaerá una difícil decisión: designar el puerto que acogerá la próxima edición entre un gran número de candidatos, toda vez que el país helvético no tiene costas y el interés económico de la Copa América está claramente demostrado.