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PRINCIPE DE ASTURIAS

Augusto Monterroso dice adiós a la vida

Por Isidro García-Recio LópezTiempo de lectura1 min
Cultura08-02-2003

El que fuera considerado "genio del silencio" en diversos círculos literarios latinoamericanos, Augusto Monterroso, falleció en plena madrugada del viernes cuando su corazón dejó de latir. De naturaleza revolucionaria e inconformista, jamás dejó de luchar por todo aquello en que creía. Tal actitud le llevó a vivir en el exilio durante gran cantidad de años.

Desde muy joven, Monterroso se implicó sin reservas en la actividad política de su país. Dicha actividad jamás le impidió escribir y dedicar buena parte de su alma a esa otra gran pasión que era la literatura. La controvertida presidencia del político liberal Jorge Ubico Castañeda, los alzamientos populares de 1944, los sucesivos cuartelazos y la omnipresencia en todos los órdenes de la vida nacional guatemalteca de la compañía estadounidense United Fruit Company, fueron los factores fundamentales que le llevaron a marcharse a vivir a México hasta el día de su muerte. De origen hondureño, siempre se sintió parte de Guatemala, "soy, me siento y he sido siempre guatemalteco; pero mi nacimiento ocurrió en Tegucigalpa, la capital de Honduras, el 21 de diciembre de 1921". En 1997 obtuvo el premio Nacional de Literatura, el más importante reconocimiento que otorga el Gobierno guatemalteco a los escritores nacionales. En 2000 recibió el premio Príncipe de Asturias. Monterroso es considerado maestro indiscutible del cuento y original prosista en lengua castellana. Algunas de sus obras más reconocidas son: Movimiento perpetuo, Viaje al centro de la fábula y La palabra mágica. Conocido como "Tito", el escritor sudamericano concibió en vida un universo situado entre el humor negro y la intriga; la paradoja y la sencillez.