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LITERATURA

Se inaugura la Fundación Torrente Ballester

Por Roberto González GarcíaTiempo de lectura2 min
Cultura03-02-2003

La fundación dio sus primeros pasos en vida del escritor de quien toma el nombre, Gonzalo Torrente Ballestar, fallecido en Salamanca en 1999. Un par de años antes de su fallecimiento, en 1997, el autor suscribió un convenio con la Xunta de Galicia, la Diputación de La Coruña, el Ayuntamiento de Santiago y la Universidad compostelana para dejar su legado en la capital gallega, una ciudad con la que mantenía muchos vínculos afectivos.

El objetivo con el que nació la Fundación Torrente Ballester es el estudio de la obra y la vida del escritor, así como mantener su presencia en Santiago, tal y como él quería. La entidad se propone analizar el legado intelectual y el tiempo del autor de La saga/fuga de JB, así como las literaturas gallega y española. Para inaugurar la nueva sede de la fundación, un antiguo edificio en el centro de Santiago, que fue anteriormente sede de la Delegación de Hacienda, los Reyes acudieron a Santiago, donde estuvieron acompañados por el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, y de la ministra de Educación, Cultura y Deportes, Pilar del Castillo, así como otras personalidades de la Cultura nacional. En el acto, María Fernanda Sánchez-Guisande, viuda del escritor y presidenta del Patronato de la Fundación, destacó la importancia de esta nueva institución cultural tanto para la conservación del legado intelectual de Torrente Ballester como para la investigación sobre él. La sede recién inaugurada tiene una superficie útil de 1.300 metros cuadrados divididos en tres plantas, ocupadas actualmente por una exposición dividida en cinco ámbitos que pretenden reflejar la trayectoria y personalidad de Torrente Ballester. Se pueden contemplar centenares de fotografías del autor con personalidades de renombre (como, por ejemplo, Jorge Luis Borges, Ernesto Sábato o José Saramago) y también se pueden contemplar primeras ediciones de las obras de Torrente y traducciones realizadas a diversos idiomas. Otra zona de la exposición la ocupan manuscritos y hojas mecanografiadas con correcciones de puño y letra, y cuenta con una reproducción del lugar de trabajo del literato. Otra zona menos personal del autor es que recoge su imagen vista por otros artistas. Es menos personal porque en su elaboración no intervino Torrente Ballester, pero es la plasmación de su forma de ser: cuadros, retratos y caricaturas del escritor firmados por otros artistas finalizan la exposición. En la planta baja del edificio hay un auditorio y una sala de exposiciones temporales, en la planta primera se ubica la reproducción del despacho del escritor, y la planta superior es un espacio reservado a los investigadores.