IRAK
Francia y Alemania se oponen a los planes de guerra de Bush
Por Vicente García Gandía2 min
Internacional26-01-2003
El presidente de Francia, Jacques Chirac, y el canciller de Alemania, Gerhard Schröder, lo dejaron claro la semana pasada. Según el mandatario francés, "Alemania y Francia tienen el mismo criterio sobre la crisis iraquí".
En palabras de Chirac, "se basa en dos ideas: la primera es que toda decisión corresponde exclusivamente al Consejo de Seguridad, el cual debe expresarse después de haber escuchado el informe de los inspectores" y la segunda: "para nosotros la guerra siempre significa un fracaso. Debemos hacer todo lo posible para evitar la guerra". Los dos mandatarios del eje franco-alemán apostaron la semana pasada por ampliar la misión de los inspectores de Naciones Unidas en Irak para poder elaborar un segundo informe sobre la situación del régimen de Sadam. La respuesta desde Estados Unidos no tardaba en llegar. El secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, lamentaba la posición franco-alemana y tildaba a los dos países de "la vieja Europa". Saltaba entonces la chispa de una discusión que ponía al mismo Romano Prodi al pie del cañón. En opinión del europeo "no es la vejez la que hace que los europeos se opongan a la guerra, sino su prudencia. Los europeos no son viejos, sino sabios". Prodi además destacó la incongruencia de llamar "viejos" a estos dos países cuando "han sido capaces de dar la vuelta a su historia, enterrar el hacha de guerra y construir un futuro compartido sobre un pasado trágico". La decisión de Chirac y Schröder se producía a menos de una semana de que tuviera lugar una reunión de los cuatro miembros de la UE en el Consejo de Seguridad esta misma semana. Ana Palacio por parte de España, Jack Straw en nombre de Reino Unido, el alemán Joschka Fischer y Dominique de Villepin por parte de Francia se reúnen este lunes en Bruselas para debatir las posiciones ante un inminente ataque a Irak. Desde la Comisión Europea ya se ha anunciado la intención de alcanzar una "solución común" entre todos los países miembros presentes en la ONU. Por el momento, la división es clara: mientras que España, Italia y, sobre todo, Reino Unido ya han adelantado su incondicional apoyo a Bush en caso de ataque, Francia y Alemania lideran su particular cruzada contra la Administración estadounidense.