SUCESOS
El primer examen forense no halla signos de violencia en el cadáver de Donovan
Por Celia Pareja
1 min
Sociedad23-01-2003
Donovan Párraga, de 12 años, desapareció de su casa tras una discusión con su madre el 27 de febrero de 2002. Desde ese día hasta el jueves de la semana pasada, la familia de Donovan, las Fuerzas de Seguridad y miles de personas se dedicaron a seguir su rastro.
La perseverancia de Francisco Párraga, padre del menor hizo que se produjera una movilización sin precedentes en España. Se imprimió la fotografía de Donovan en miles de yogures que estuvieron circulando durante varios meses y muchos comerciantes de la Comunidad de Madrid colocaron carteles en sus locales. El mundo del deporte también se volcó con la causa y los jugadores del Atlético de Madrid, del que Donovan era seguidor, y los del Rayo Vallecano portaron camisetas con su imagen. A pesar de que habían transcurrido casi once meses desde su desaparición, la familia siempre había mantenido la esperanza de encontrar al niño con vida. Numerosas personas habían llamado a la familia asegurando haber visto a Donovan. Pero el jueves de la semana pasada se confirmaron los peores augurios. La Guardia Civil encontró el cuerpo del menor en una fosa séptica situada en la urbanización de Trijueque (Guadalajara), donde Donovan Párraga residía con su madre. Los primeros exámenes forenses no han hallado signos de violencia, pero el avanzado estado de descomposición del cuerpo hace más difícil la labor de los tres forenses que trabajan en el Tanatorio de Guadalajara. Una vez que se analicen las muestras, éstas se enviarán al Instituto Toxicológico de Madrid. Los análisis necrológicos tratarán de determinar las causas de la muerte del niño. El experto forense José García-Andrade ha afirmado que el lugar donde se encontró el cadáver de Donovan "no puede ser más demostrativo de que se trata de un homicidio" y descartó que fuese un accidente o un suicidio. Pero, por el momento, todo son especulaciones.