PAÍSES BAJOS
Los partidos tradicionales recuperan el peso político en las elecciones holandesas
Por Salva Martínez Más
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Internacional23-01-2003
En las elecciones anticipadas del pasado miércoles la ultraderecha cayó de 26 escaños a ocho. Pero los discursos y programas de los partidos que ahora ocupan la cumbre en los Países Bajos se han visto muy influenciados por las consignas que lanzaba Fortuyn.
El descontento social, la vergüenza que dan los políticos holandeses, la inmigración y la economía son, entre otros, los contenidos que han predominado en los debates electorales. Éstas eran materias de las que hablaba la Lista Pim Fortuyn, pero en Enero de 2003, esos temas son tocados por todos. El partido político que se ha llevado más electores ha sido, como en mayo de 2002, el Partido Democristiano. Su líder, Jan Peter Balkenende, conserva su posición de primero. Según afirmaba tras las elecciones "los votantes han mantenido su fe en nosotros". Sin embargo, si había algún partido sin fe ante las elecciones, ése era el Partido Laborista. Los anteriores comicios supusieron perder el ejercicio de Gobierno y quedar como la tercera fuerza política en discordia. En estas votaciones ha surgido cual ave fénix un nuevo líder, Wouter Bos. Con sus derroches de telegenia mostrada en debates televisivos ha logrado levantar a su partido. Bos ofreció al recién encumbrado Jan Peter Balkenende los 42 escaños conseguidos tras conocer los resultados electorales. Todo sea por un pacto estable que evite al Gobierno anticipar elecciones como ocurrió con la Lista Pim Fortuyn. Pero la última palabra la tiene Balkenende. Él decidirá si en su Gobierno estarán laboristas o liberales. Éstos últimos también han ganado asientos en el Parlamento, de 25 han pasado a ocupar 28. Los democristianos tienen dos opciones para llegar a la mayoría de 76 escaños: Coaligar con laboristas, o con liberales y herederos de Pim Fortuyn.