PERFIL DE JAVIER IMBRODA

Equilibrado, trabajador y con carácter

Por Roberto J. Madrigal1 min

Deportes24-04-2001

Francisco Javier Imbroda Ortiz nació en Melilla, el 8 de enero de 1961. De sus cuarenta años, trece los ha pasado entrenando al máximo nivel, en la Liga ACB desde 1988, primero con el Maristas de Málaga, más tarde con el Unicaja y desde 1998 con el Caja San Fernando de Sevilla, cargos que alternó desde 1995 con el de ayudante del seleccionador español, Lolo Sáinz.

Además, en 1992 fue ayudante de la selección lituana, con la que consiguió el bronce olímpico en Barcelona. La trayectoria de Javier Imbroda en todo este tiempo está jalonada por varios éxitos. Ha conseguido ser subcampeón de la Liga ACB en dos ocasiones, primero con el Unicaja, en la temporada 1994/1995, y cuatro años más tarde con el Caja San Fernando. 1999 fue su gran año: consiguió ser subcampeón de la Copa del Rey de 1999 con el Caja San Fernando y la medalla de plata de la selección española en el Europeo de 1999, disputado en Francia. El estilo de Javier Imbroda está definido por el carácter y la confianza en sus propias posibilidades. En cuanto al baloncesto, tiene claros los conceptos y las exigencias de trabajo y ganas a los jugadores. Así, estos rasgos los han mostrado los equipos que ha entrenado Imbroda en su carrera: muy competitivos, agresivos en defensa y buscando la espectacularidad en el ataque, pero bien organizados y equilibrados en el juego interior y exterior. Ese equilibrio lo tratará de conseguir en la selección con jugadores veteranos, como Alberto Herreros, y varios de los júnior de oro que se proclamaron campeones del mundo en 1999, como Raúl López, Juan Carlos Navarro o Pau Gasol. Pero Imbroda no sólo ha cumplido un buen trabajo en los clubes, sino que en ellos ha conseguido identificarse con la afición, de modo que en dos ciudades en las que el fútbol tiene una gran tradición, como Málaga y Sevilla, los equipos de baloncesto han dado que hablar y su estilo de juego ha calado en los aficionados. Por tanto, si se concentra en el trabajo diario, Javier Imbroda puede ser un buen seleccionador.