BALONCESTO
Fuertes en casa, débiles de viaje
Por Daniel Ayllón2 min
Deportes15-11-2002
El Tau sacó la casta para endosarle tres dígitos de anotación al Zalgiris de Kaunas lituano: 113-88, con lo que se mantiene en el grupo de cabeza del grupo B, a cuya cola queda el Unicaja, que se llevó de Atenas la cuarta derrota, por 77-65, a manos del Panathinaikos. Al Real Madrid le tocó esta vez victoria contra otro grande en apuros, el Olympiakos (73-66), mientras que el Cibona le amargó la Euroliga al Barça, que perdió por 94-77 su condición de invicto, aunque se mantiene al frente del grupo A.
El Baskonia mantuvo la buena forma que está mostrando en Europa -aunque torpón en la ACB- y aplastó a un Zalgiris del que se esperaba mucho más. La intensidad defensiva que caracterizó al conjunto de Ivanovic la temporada pasada reapareció, con Paladino como puntal, para frenar al conjunto de los ex baskonistas Stombergas y Timinskas. El trabajo conjunto de los vascos quedó reflejado en el hecho de que siete de los ocho jugadores del Baskonia terminaron con valoraciones superiores a los 13 puntos. El Barcelona perdió su condición de único equipo invicto de la Euroliga al caer en Zagreb. El Cibona, que no conoce la derrota en el Drazen Petrovic Arena esta temporada, desplegó un abanico técnico muy superior al de los hombres de Pesic. Los dos primeros cuartos locales, muy buenos, sepultaron a los azulgranas. Navarro, con 25 puntos, fue la única estrella del Barcelona que brilló en Zagreb, pero fue insuficiente. El Real Madrid sumó su tercera victoria en la competición europea al derrotar en el Raimundo Saporta al Olympiakos. Los griegos no fueron ni un boceto de el equipazo que acostumbraban a ser y, con el ex estudiantil De Miguel como único baluarte -y otro español, Juanan Morales, recién fichado-, se dieron de bruces con el buen hacer de los jugadores exteriores del Real Madrid. Álex Mumbrú, con 21 puntos y nueve faltas recibidas, fue el manantial de juego para los blancos en los momentos más decisivos. El Unicaja, en cambio, volvió a tropezar con su piedra de este arranque de temporada: la irregularidad. Contra el Panathinaikos, los de Maljkovic jugaron una primera mitad floja. Luego se recuperaron con un buen tercer cuarto, pero en el último, Kutluay y Lakovic volvieron a lanzar a los griegos y se amarraron la victoria en el OAKA Stadium. Los vaivenes de los malagueños en el sprint final les pasaron factura y les hicieron echar por la borda todo el trabajo realizado hasta entonces.