Cada año se vierten al mar más de 10 millones de toneladas de crudo
Por Celia Pareja1 min
Sociedad16-11-2002
El accidente del buque Prestige frente a las costas gallegas no es el primero ni será el último desastre ecológico de estas características. La flota de petroleros que navega por aguas internacionales es de 6.000 barcos. Por eso y por las numerosas catástrofes que se han producido, la Comisión Europea decidió aumentar las medidas de seguridad de los petroleros.
Durante el siglo XX se constataron más de 200 accidentes de petroleros que han derramado cientos de miles de toneladas de crudo en todo el planeta. Dinamarca, Alemania, Ecuador, el Golfo Pérsico, Francia, Gran Bretaña y España han sufrido las consecuencias de la falta de control de los buques que transportan crudo. En España el riesgo aumenta, se encuentra en un lugar de paso entre los principales productores de petróleo y los consumidores europeos. Los petroleros provocan que se viertan al mar millones de toneladas de crudo anuales, de las que sólo el 10 por ciento se debe a accidentes. El resto está causado por razones de carácter voluntario como la limpieza de tanques. Las graves consecuencias ecológicas que provocan los vertidos de crudo han hecho que después del accidente del Erika (1999) frente a las costas francesas, se modificara la legislación. Se aprobaron dos paquetes legislativos, Erika I y Erika II, cuyo plazo límite de aplicación termina dentro de unos meses. La nueva normativa exige a los buques petroleros que tengan doble casco y que cuenten con tanques separados para el lastre y para el trasporte de crudo. El problema es que el control de este tipo de transporte se complica en muchas ocasiones. Los barcos utilizan las llamadas "banderas de conveniencia" para eludir los controles. Los petroleros ponen la bandera de países que no tienen suscritos acuerdos internacionales que les obliguen a mantener una serie de medidas de seguridad.