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El socialismo en Cataluña y el País Vasco

Por Noelia Hernández MartínTiempo de lectura3 min
España07-11-2002

Las críticas que han saltado desde las filas del Partido Popular (PP) por la supuesta incapacidad de los socialistas de cohesionar España se fundan en las diferentes declaraciones de los líderes socialistas en Cataluña y el País Vasco. Lo cierto es que el Partido Socialista (PSOE) está intentado acercarse a las nacionalistas de estas dos comunidades autónomas para conseguir apoyo o posibles coaliciones ante las elecciones del próximo 23 de mayo.

Las declaraciones del secretario general de los socialistas alaveses, Javier Rojo, han servido de espoleta para este nuevo desencuentro político entre los populares y los socialistas sobre la política vasca. Rojo abogó por "un pacto social y político que garantice la estabilidad institucional" en el País Vasco y aborde una política común contra el terrorismo; un pacto que debería ser suscrito "entre los nacionalistas y no nacionalistas". Por su parte, el socialista José María Benegas defendió un Gobierno Vasco de coalición del Partido Socialista de Euskadi (PSE-E) y del Partido Nacionalista Vasco (PNV). El alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, fue más allá afirmando que es necesaria una reforma del Estatuto de Autonomía del País Vasco "para que, después de 25 años, se adecue al siglo XXI". No obstante, considera que no es una prioridad y que en cualquier caso, debería acompañarse de una reforma de la Constitución y del Senado. "Una reforma que permita que esta Cámara deje de ser un balneario político y se convierta en una Cámara de nacionalidades y regiones". Asimismo, el secretario general del PSE, Patxi López, apoyó una reforma estatuaria y de la Constitución. Estas declaraciones de las socialista vascos han sido consideradas por el presidente del Gobierno, José María Aznar como "una muestra de deslealtad". Los populares temen un distanciamiento del PSOE en el País Vasco, que daría al traste con la estrategia de los dos últimos años. No hay que olvidar que el PP está especialmente dolido con la negativa de los socialistas a presentar listas conjuntas en el País Vasco. La estrategia del PSOE de coaligarse con el PNV podría dejar al PP en una clara desventaja en las próximas elecciones autonómicas. No hay que descuidar tampoco la ilegalización de Batasuna. Es probable que los votantes de este partido abertzale apoyen al PNV; de ahí el interés del PSOE por acercarse al partido nacionalista. En Cataluña, los socialistas están desarrollando una política parecida. El secretario general del PSOE y candidato a las próximas elecciones presidenciales, José Luis Rodríguez Zapatero, ha aceptado reunirse con el candidato de Convergencia i Unió (CIU) a la presidencia de la Generalitat, Artur Mas, para estudiar la reforma del Estatuto. El pasado mes de octubre, Mas anunció su intención de reformar el Estatuto de Autonomía. El PP, partido con el que CiU ha compartido pactos y coaliciones, eludió el problema declarando que el autogobierno en Cataluña es pleno. En su día, el portavoz parlamentario de los socialistas, Jesús Caldera, calificó la propuesta de CiU de "escenificación" y "maniobra hueca" que responde a un intento de "tapar el pacto que CiU tiene con el PP" ante la proximidad de las elecciones. Pero lo cierto es que los partidos cambian en su campaña preelectoral, y ante la negativa del PP de aceptar la propuesta de CiU, el PSOE ha aprovechado el tirón para hacer amigos entre el nacionalismo catalán. A Zapatero le interesa conocer los planteamientos de CiU sobre autogobierno y, en concreto, la propuesta de Mas de otro estatuto. El candidato socialista pretende, así, cuidar su relación con CiU ante la hipótesis -lejana, pero no imposible- de que los resultados electorales del 2003 en Cataluña y del 2004 en España favorezcan la colaboración entre socialistas y nacionalistas catalanes.