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DEBATES ELECTORALES

El PP acusa a Zapatero de poner en peligro el modelo constitucional

Fotografía Aznar, durante su discurso en Ávila ante 600 militantes del PP

Aznar, durante su discurso en Ávila ante 600 militantes del PP

Por Noelia Hernández MartínTiempo de lectura2 min
España07-11-2002

Huele ya a campaña electoral en las declaraciones de los políticos españoles. El Partido Popular (PP) se ha enfrentado esta semana al candidato del Partido Socialista (PSOE), José Luis Rodríguez Zapatero. Cambiar la Constitución, reformar los Estatutos y la política en el País Vasco han sido los temas más criticados por los populares.

Lo cierto es que Zapatero está en boca de todos. La semana socialista comenzó con su irrupción en el debate de los Presupuestos el 22 de octubre. A partir de este día, el PSOE recordó con nostalgia el 20º aniversario de la victoria del socialismo de Felipe González y dieron la bienvenida a Zapatero, como número uno del PSOE a las próximas elecciones generales. El Gobierno ha admitido el avance de Zapatero y se congratula de que el PSOE "parezca ya una alternativa porque eso es bueno para la democracia". Y como la democracia española está marcada por los rifi rafes de los actores políticos, estas semanas no han faltado las críticas del Gobierno y el Partido de la oposición. Hace 15 días, el PP y el PSOE se echaron en cara sus respectivos pasados y la semana pasada, unas declaraciones sobre el futuro han servido a los políticos para seguir su particular disputa preelectoral. El vicesecretario general del PP, Jaime Mayor Oreja, dio el pistoletazo de salida, expresando sus dudas "a la incapacidad del PSOE de cohesionar España porque estaría al servicio de los nacionalistas". Le relevó en la carrera el secretario general de los populares, Javier Arenas, quien reclamó a Zapatero que explique si la política que va a seguir el POSE en el País Vasco "acepta una reforma de la Constitución o del Estatuto". Y por último, entró en la meta el presidente del Gobierno, José María Aznar, que acusó al PSOE de "poner en riesgo" la estabilidad constitucional de España y exigió a Zapatero que "explique por qué y para qué quiere cambiar la Constitución" y los Estatutos del País Vasco y Cataluña. Además, instó a que los socialistas aclaren si renuncian a la posibilidad de un "gobierno de concentración" en el País Vasco con el Partido Nacionalista Vasco (PNV). Estas acusaciones son una reacción a la política que Zapatero está llevando para acercarse a las comunidades autónomas, en un intento por conseguir apoyos y coaliciones ante las próximas elecciones municipales y autonómicas de 2003. Así, el secretario general del PSOE y Pasqual Maragall, líder del Partido Socialista en Cataluña (PSC) han aceptado reunirse con Artur Mas, candidato de Convergencia i Unió (CIU) a la presidencia de la Generalitat, para estudiar la reforma del Estatuto y los planteamientos de autogobierno que CiU pretende. Asimismo, Javier Rojo, secretario general de los socialistas alaveses, abogó por "un pacto social y político que garantice la estabilidad institucional" en el País Vasco; un pacto que debería ser suscrito "entre nacionalistas y no nacionalistas". Estas declaraciones se sumaron a la negativa de los socialistas a presentar listas conjuntas con el PP en el País Vasco. Todas las afirmaciones de los socialistas tendentes a la unión con los partidos nacionalistas de diferentes comunidades han servido al PP para expresar sus dudas sobre la capacidad del PSOE de cohesionar España.