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Salud

Los riesgos de medicarse demasiado tienen un impacto global

Por Javier Álvarez LagoTiempo de lectura1 min
Sociedad28-07-2017

La palabra fármaco proviene del griego pharmakon, que significa tanto remedio como veneno. Y es que la a veces increíblemente sutil diferencia entre uno y otro término depende, principalmente, de la dosis que se tome y de su periodicidad. Y es exactamente esto lo que pide ahora en su informe la British Medical Journal (BMJ): el tomar las dosis justas y necesarias.

Y es que administrarse más antibióticos de los necesarios produce resistencia a los antimicrobianos, un proceso termina en un punto en el cual, como dice la propia BMJ, "los medicamentos se vuelven ineficaces y las infecciones persisten en el organismo, lo que incrementa el riesgo de propagación a otras personas". Esto se debe a que los determinados microorganismos que producen estas enfermedades se han vuelto resistentes al método con el que las combatimos, los antibióticos.

A su vez, esto provocaría a nivel global un aumento del coste de la sanidad, por necesitarse medicamentos de mayor potencia y manejar menores posibilidades de éxito. En el mundo más apocalíptico de los posibles, no podríamos vencer de ninguna manera a enfermedades como la tuberculosis, el paludismo y el VIH, especialmente, al haber desarrollado estas cepas resistencia a sus actualmente eficaces contrarrestos.

Por todo lo anterior, la BMJ, al igual que la OMS, es de la opinión de que "la resistencia a los antibióticos es una amenaza global y urgente para la salud humana". La novedad de este informe, mayormente, es afirmar que "los pacientes se ponen en riesgo innecesario de la resistencia a los antibióticos cuando el tratamiento se da por más tiempo de lo necesario, no cuando se detiene temprano". Y es que esto último, según la investigación de BMJ, es un mito.

Por lo tanto, es necesario reducir el uso excesivo de antibióticos. La OMS, por su parte, ya ha anunciado varios proyectos de investigación sobre esta materia a fin de lograr fijar las dosis de medicación óptimas para cada paciente. Sin embargo, mientras tanto lo consiga será necesario concienciar a la gente de no tomar más medicamentos de los necesarios, pues "los antibióticos son un recurso natural precioso y finito que debe conservarse adaptando la duración del tratamiento para cada paciente".