Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

Vivienda

El Gobierno ultima su nueva Ley Hipotecaria

Por Javier Álvarez LagoTiempo de lectura2 min
Economía25-07-2017

La reforma está cobrando forma en el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad dirigido por Luis de Guindos. Tras pasar tanto por el Consejo de Estado como por el Consejo de Ministros, la ley deberá someterse al debido debate parlamentario que, por la composición actual del Congreso de los Diputados, puede provocar que esta nueva Ley Hipotecaria nunca llegue a ver la luz, si bien es innegable la mejora que esta produce en la posición de poder que posee el consumidor en las negociaciones hipotecarías con un banco.

Así, según informa El Confidencial, los bancos no podrán a partir de ahora vender al consumidor más que aquellos servicios y contratos (seguros, principalmente) que este desee suscribir a la hora de adquirir una hipoteca, mientras que en la actualidad las entidades bancarias pueden obligar a comprar algunos de ellos mediante los llamados contratos vinculados. A este respecto, el trabajador bancario deberá informar fielmente al consumidor sobre los productos que adquiere y sus condiciones. Para asegurar que este haya entendido todos ellos correctamente, será obligatorio que un Notario ratifique esto en un acta.

Semejante a lo anterior, pues también introduce cambios de cara a mejorar la transparencia y ética de trabajo del sistema bancario español, la ley prevé la prohibición de aquellos pluses y retribuciones extra que perciben en la actualidad los trabajadores del sector por vender más hipotecas y servicios. Así, se desincentiva la venta fraudulenta. También persigue este mismo interés el obligar a los trabajadores bancarios a conocer bien (y especialmente, a saber explicar) los productos que vende.

Del mismo modo, se producen cambios significativos en el apartado que regula la trágica situación de los desahucios. La ley pretende, si bien sigue sin reconocer la dación en pago, evitar estos al aumentar los niveles de impago establecidos que posibilitan a los bancos echar a sus inquilinos. Así, tanto los límites temporales como los de cantidad (el volumen de impago) se ven bastante aumentados. Por otra parte, en relación con el párrafo anterior, la ley dará más poder al consumir de cara a negociar con el banco los intereses de demora.

Por todo ello es bastante probable que la oposición española dé el visto bueno a esta reforma o, cuanto menos, que pida más bien ampliar las medidas previstas (quizás la cuestión de la dación en pago siga siendo una de las más controvertidas) que su paralización. Por último es reseñable que la ley tendrá un carácter retroactivo, por lo que afectará a todos los clientes que tengan una hipoteca, la hayan comprado antes o después de que se apruebe esta ley.