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IRAK

El Estado Islámico devasta la mezquita de Al Nuri, en Mosul

Por Luis ArtolaTiempo de lectura3 min
Internacional22-06-2017

La gran mezquita de Al Nuri, situada al oeste de la segunda ciudad de Irak, Mosul, ha sido destruida este miércoles por el movimiento yihadista, según ha comunicado el ejército iraquí. Desde que en 2014 el líder del EI, Baghdadi, autoproclamara el califato y, después de mantener a 150,000 civiles como "escudos humanos", se han producido diversas contiendas para intentar liberar el monumento. EI acusa del ataque, sin embargo, a la coalición internacional. El primer ministro iraquí considera el ataque como una muestra de debilidad del ejército de Daesh.

El ISIS ha destruido la gran mezquita de Al Nuri y el minarete contiguo de Al Hadba. La devastación de uno de los principales símbolos situado al oeste de la ciudad iraquí de Mosul ha sido provocada por el Estado Islámico (EI), según han comunicado fuentes militares de Irak. El ejército de dicho país intentaba previamente a la ofensiva rescatar la basílica antes del fin del Ramadán y después de haber sido tomada hace tres años por el EI.

El líder de la operación militar, el teniente general Abdul Amir Yarallah, ha explicado a través de un comunicado que sus combatientes permanecían a 50 metros de la mezquita de Al Nuri en el momento que se producía la explosión. "El Daesh ha cometido un nuevo crimen histórico al detonar la mezquita y el minarete", concluía Yarallah.

La mezquita, emplazada en el casco antiguo y emblema de Mosul, fue el lugar y la última ocasión donde apareció en público Baghdadi cuando pronunció un discurso en el que promovía el califato el 29 de junio de 2014. Según explicaban las mismas fuentes militares hace unos meses, era muy complicado llevar a cabo la liberación desde que se intentara llevar a cabo la ofensiva el pasado octubre contra la principal ciudad de Irak controlada por el EI, dada la dificultad de acceso y la gran densidad de población próxima a su ubicación.

La milicia terrorista, por su parte y, a través de su agencia "oficial", Amaq, ha negado la interpretación anunciada por el ejército iraquí y ha acusado a la instigación de la coalición liderada por Estados Unidos de la destrucción de la mezquita. Sin embargo, se han dado a conocer por las fuerzas de seguridad iraquíes una serie de imágenes en las que se revelan las ruinas de la mezquita tras la voladura por parte de la organización yihadista en plena ofensiva de las fuerzas de la coalición.

Además, la alianza internacional ha desmentido su responsabilidad en el ataque y derrumbe de la mezquita y ha abogado, según fuentes internas, por continuar "en proporcionar apoyo a las fuerzas de seguridad iraquíes" dado que la contienda en la que se busca la liberación de Mosul "aún no ha sido completada".

El minarete de la mezquita, construido en 1172 simbolizaba el triunfo sobre Daesh después de producirse una revuelta popular que evitó su destrucción por parte del EI. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha criticado la triste situación de desahucio de los civiles, unos 150,000, a los que se emplea como "escudos humanos".

Muchas de las familias que habían intentado huir de forma desesperada a territorio liberado en las últimas semanas, fueron abatidos por los milicianos islamistas que mantienen a la población en un estado de terror y conflicto ante la constante amenaza de ejecución.

Desde el pasado año se calcula que más de 860,000 civiles han dejado atrás Mosul y sus inmediaciones, con el posterior regreso de algunos de ellos, fundamentalmente a los barrios del este. De todas formas, aún se mantienen miles de desplazados en zonas desérticas y en los que se augura un futuro incierto ante el panorama desolador.

El portavoz del ministerio de Defensa iraquí, el general Yahia Rasul, ha manifestado al diario "El Mundo", el esfuerzo de las fuerzas militares “en las tareas de inteligencia para perseguir y cazar a estos elementos terroristas”. El primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, ha expresado la posibilidad de que la voladura del mayor símbolo de Mosul sea "una declaración oficial de derrota" del terrorismo yihadista.

De todos modos, la organización del ISIS continúa con el asedio de otras regiones pertenecientes al norte de Irak y éste supone el último acto de destrucción hasta el momento de un monumento simbólico después de muchos otros arruinados en éste y otros territorios cercanos por el Estado Islámico.