Crisis Económica
La crisis y el sector bancario según el Banco de España
Por Javier Álvarez Lago2 min
Economía17-06-2017
En este informe se analizan, entre otras cuestiones, el entorno macroeconómico de la época, los cambios legales establecidos tanto desde España como desde la Unión Europea, la evolución a lo largo del tiempo de los principales indicadores económicos y financieros (nivel de solvencia del sistema bancario, rentabilidad, tasa de morosidad, etc..,), las propias actuaciones del BdE en materia de corrupción... Asimismo, llama particularmente la atención el apartado destinado a hablar de la reestructuración bancaria.
Y es que el informe estima en 60.613 millones de euros el coste de la reestructuración del sistema bancario mediante las ayudas al mismo realizadas durante este periodo tanto desde el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) como desde el propio Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), si bien la cuantía otorgada por el primero a los bancos y las cajas de ahorro es considerablemente mayor (se esperan unas pérdidas de 39.542 millones de euros).
La primera en recibir ayudas fue la CCM, en 2009, y en un total esperado de 3.786 millones de euros, pues el BdE tiene en cuenta el importe que las entidades -o lo que quede de ellas tras las fusiones y nacionalizaciones acometidas- deberán devolver tanto al FROB como al FGD. Claramente, 2010 y 2012 fueron los años más intensos de este proceso. Entre todas las entidades intervenidas, destacan los gastos que generarán a las arcas públicas (y que tanto han engrosado la deuda pública) tener que haber ayudado a Bankia (12.690 millones de euros), a Cataluña Banc (11.831) y a la CAM (11.102).
Respecto al análisis de la situación que hizo que esta medida fuera, a ojos del BdE, "necesaria", en el informe se afirma que “los primeros síntomas de la crisis financiera internacional se empezaron a observar a mediados de 2007, inicialmente en un segmento, relativamente modesto, del mercado hipotecario americano, las hipotecas subprime o de alto riesgo”. Gracias a la cada vez más intensa globalización, sin embargo, el efecto se expandió rápidamente por todo el mundo, afectando especialmente a los países más desarrollados. Un año después, la quiebra de Lehman Brothers hizo que el pánico corriera entre los inversores y empezaran a elevarse drásticamente las primas de riesgo, mientras la bolsa no dejaba de bajar y los Estados de endeudarse.
España había presentado hasta la fecha un crecimiento económico continuado durante casi una década, si bien pronto estalló la burbuja inmobiliaria y el paro comenzó su particular aumento irrefrenable. Por su parte, los bancos y cajas de ahorro del país comenzaron a mostrar graves desequilibrios en sus cuentas. Estuviese esto motivado o no por una gestión irresponsable, ya fuese pública o privada, al Estado no le quedó otra que intervenir en ciertas entidades dotándolas de fondos si no quería ver desaparecer a grandes entidades financieras y, con ellas, a los ahorros de sus clientes.
Por último, el Banco de España afirma que, entre 2010 y 2016, ha informado a la Justicia española sobre “70 operaciones susceptibles de ser constitutivas de delito, en relación con seis entidades de crédito”. Asimismo, de 2010 a 2014 recibió 126 peticiones por parte de esta para que colaborase en sus investigaciones otorgando información así como 277 “copias de correos electrónicos de empleados específicamente requeridos”. Cabe destacar que el FROB está personado en más de 20 procedimientos penales.