ESTADOS UNIDOS
Trump anunciará un endurecimiento de políticas con Cuba
Por Luis Artola3 min
Internacional16-06-2017
Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, pretende comunicar un nuevo cambio que deshace otro de los logros de su predecesor, Barack Obama. El actual gobernante pretende enfriar el acercamiento de relaciones diplomáticas de su país con Cuba. Trump ha decidido recuperar las restricciones de viajes de estadounidenses a la isla mediante una normativa legal que establezca categorías autorizadas. Asimismo, intentará prohibir los acuerdos que empresas del país establezcan con las controladas por el Ejército cubano. Trump exige el fin de las políticas antidemocráticas del régimen de Castro.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se desmarca de nuevo de los logros de la política de Barack Obama. En esta ocasión, el gobernante republicano ha decidido dar marcha atrás al histórico acercamiento de Estados Unidos con Cuba conseguido por su predecesor. Su pretensión es el pronunciamiento de un discurso en Miami en el que comunicará un endurecimiento de las normas y la paralización del proceso de normalización mediante el restablecimiento de las restricciones para los estadounidenses que se desplacen a la isla.
Además, el presidente norteamericano confía en vetar los convenios establecidos con firmas controladas por el Ejército que dirige la mayoría del sector turístico. Con ello, la Administración Trump exige el final de las políticas antidemocráticas que rigen en Cuba. El Ejecutivo de EEUU pretende paralizar el llamado “proceso de normalización” iniciado por Obama, con Cuba. Es decir, asumirá una postura más dura sobre la isla que ya prometió durante su campaña a las elecciones presidenciales del pasado año. Ante esto, Donald Trump reclamará una progresión hacia la democracia, como son las "elecciones libres" y la "liberación de prisioneros políticos".
El mandatario estadounidense, según han manifestado fuentes de su Ejecutiva, demandará "empezar el proceso de dejar claro al régimen de Raúl Castro que hay hitos muy específicos que van a tener que cumplir si quieren continuar con este tipo de relación". Por otra parte y, a pesar de no continuar con el proceso de normalización si el régimen cubano se niega a aprobar las exigencias del Gobierno de EEUU, se mantendrán los dispositivos diplomáticos establecidos por Obama hace dos años.
La misma fuente añade que la intervención del Ejecutivo estadounidense durante el proceso de transición del régimen de Cuba no es más que una oportunidad para que se produzca el cambio al que se comprometió el sistema cubano hace dos años. Ante todo esto, Donald Trump persigue que los Departamentos del Tesoro y de Comercio establezcan normativas que prohíban las transacciones estadounidenses “con los servicios militares, de inteligencia y de seguridad”.
La exención a dicha restricción serán las aerolíneas y cruceros que transporten estadounidenses a la isla cubana. Asimismo, quedarán liberadas transacciones con la embajada de EEUU en La Habana, con la base naval de Guantánamo o la promoción de la democracia cubana. El gabinete republicano pretende que se cumpla la normativa legal bajo categorías autorizadas y en la que se detenta la prohibición de los desplazamientos individuales de estadounidenses para negociar con el Ejército cubano, prohibición no aplicable a los viajes en grupo.
Uno de las medidas procedentes de la Administración Obama y que mantendrá Trump será el no restablecimiento de la repatriación por parte de EEUU de los inmigrantes cubanos detenidos en el mar. Además se mantendrán los vuelos comerciales directos entre Cuba y EEUU. De todas formas, su política restrictiva va encaminada al enfriamiento de los vínculos económicos entre ambos países.
Todos los cambios propuestos por el presidente de EEUU que debilitarán la aproximación conseguida desde 2015 los han justificado desde su equipo de Gobierno por "motivos de Derechos Humanos". Según aseveran los consejeros del inquilino de la Casa Blanca, lo único que se ha logrado desde la política adoptada en la era Obama es el beneficio financiero del régimen de Raúl Castro en detrimento de las libertades políticas en Cuba.
Sin embargo y, según han manifestado diversas organizaciones que luchan por los Derechos Humanos, el aislamiento de la isla con la nueva política de Trump solo empeorará la posición del Gobierno de Castro que no tiene intención de reformar su política a cambio de la promesa de fortalecer los nexos diplomáticos con EEUU.
Obama comenzó junto con Raúl Castro en diciembre de 2014, un camino de normalización de relaciones diplomáticas con Cuba en un proceso de cambio de la política estadounidense en esa materia. La ruptura entre ambos países se había producido en 1961 con posteriores luchas para aislar a la isla además de mantener un bloqueo económico.