Diplomacia

Macron visita Berlín en su primer viaje como presidente

Por Javier Álvarez Lago2 min

Internacional16-05-2017

Es cuanto menos relevante que Macron, tras la toma de poderes, haya escogido visitar a Angela Merkel en su primera visita diplomática. El objetivo del viaje, además de reforzar las históricas relaciones existentes entre ambos países, era hablar sobre el futuro del proyecto común europeo. Y es que los líderes de Alemania y Francia poseen una idea similar de lo que debería ser la UE. Para ello, ambos consideran que es necesario realizar algunas reformas. Por ello, Macron se ha permitido hablar de refundar la UE.

Nada más ganar Emmanuel Macron la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas a la extrema derecha representada por Marine Le Pen, la canciller alemana, Angela Merkel, felicitó al presidente electo francés y reivindicó la unión histórica existente entre los pueblos de Francia y Alemania, tachando su campaña de "valiente y proeuropea, que aboga por el cosmopolitismo y la economía de mercado".

Así, apenas ocupado el cargo, al igual que hicieron Nicolas Sarkozy y François Hollande antes que él, Macron se ha encontrado con Merkel en Berlín para hablar sobre los intereses compartidos por ambas naciones. Tras la reunión, según informa El País, los dirigentes anunciaron que crearán una "hoja de ruta" que definirá cuáles deben ser los pasos a seguir para reconfigurar la UE. Para ello, si es necesario, no ven ningún impedimento en tener que modificar la legislación comunitaria, e incluso hablan de reformar alguno de sus tratados fundamentales.

Y es que, según Macron, "Europa necesita una refundación histórica", la cual debe aumentar sus competencias, especialmente en el apartado fiscal, corriente que está cobrando fuerza en todo el continente. Por lo tanto, la UE debe buscar una integración aún mayor, así como nuevas formas de colaboración y apoyo para luchar con resultados contra el populismo que creen que representan las corrientes euroescepticas que recorren los territorios comunitarios. Esto, asimismo, según el presidente francés, se debe a que "Europa se encuentra en un punto de inflexión en su historia, como han mostrado las elecciones francesas. Hay mucha gente, que siente que el progreso se reparte de manera desigual”.

Para la canciller alemana, la UE necesita reformarse, aunque no a cualquier precio. Primero hay que establecer cuál es el camino a seguir: "Desde el punto de vista alemán, los tratados podrían cambiarse, siempre que tenga sentido, pero antes hay que ponerse de acuerdo en qué tipos de cambios queremos. La inercia no es una opción". Por ello, en primer lugar, insta al Gobierno francés a realizar sin tardanza, mientras trabajan en el proyecto, las reformas económicas y políticas prometidas al electorado francés durante la campaña. Por su parte, Merkel afronta con confianza las próximas elecciones generales alemanas.

El futuro de la Unión Europea es incierto. Dentro de su seno, conviven dos corrientes contradictorias: una que quiere destruir el proyecto común y otra que quiere extender su alcance. Marine Le Pen y los partidarios del Brexit en Reino Unido pertenecen a la primera; Merkel y Macron, a la segunda. Tan solo el transcurso del tiempo dirá cuál de ambas fuerzas acabará ganando.