FRAUDE CURSOS DE FORMACIÓN
Sindicatos y Patronales se quedan con dinero del Estado y de la UE
Por Ana Romero Vicente2 min
Economía20-10-2002
El Tribunal de Cuentas ha denunciado a sindicatos y patronales de desviar a sus cuentas dinero público cuyo destino era la subvención de cursos de formación. Más de dos millones de euros deberán abonar por ello en nombre de la Forcem, instituto que dirigen y a través del cual absorbieron ese dinero.
La Fundación para la Formación Continua de Trabajadores (Forcem), es un organismo que fomenta la realización de cursos subvencionados de formación, tanto para desempleados como para trabajadores. Está regida por los sindicatos de CC.OO, CIGA y UGT. También por las organizaciones patronales CEOE y CEPIMELA. Hasta el año 2000 tenía la función de tramitar la solicitud de los cursos y a su vez de gestionarlos. El dinero con el que los pagaba provenía de dos fuentes de ingresos. Por una parte, el 80 por ciento del capital lo recibía del Instituto Nacional del Empleo (INEM), es decir, se trataba de fondos públicos, puesto que el INEM es un instituto financiado por el Estado (a través de una parte de lo que recauda, en forma de impuestos, y que pagan todos los ciudadanos). Durante muchos años la Forcem ha estado en el punto de mira: la dudosa administración de los fondos se acrecentaba cada vez más. Ha sido tan sólo hace unos días cuando esas sospechas tomaron cuerpo. El Tribunal de Cuentas, que ha sido el encargado de investigar las gestiones de Forcem, ha anunciado que entre 1996 y 1998 la fundación cometió "una amplia diversidad de irregularidades". De esta forma, se embolsó para sí cuantiosas cantidades de dinero, pero no con el fin de destinarlas a cursos de formación, sino para las propias arcas de los sindicatos y patronales. El Tribunal ha calculado esta malversación de los fondos en 2,1 millones de euros, que la Forcem tendrá que devolver como primera medida inmediata. Con este destape, son muchos otros los organismos que salen a la luz. Son acusados también de fraude por haberse nutrido de unos fondos públicos, españoles y europeos, que tenían una misión muy clara. Se trata de las diferentes instituciones autonómicas y provinciales que ofrecen cursos de formación gratuitos como Hobetuz, del País Vasco, o el IMEFE, de la Comunidad de Madrid.