Internet
102 detenidos en una operación contra la pornografía infantil
Por Paloma Sztrancman
2 min
Sociedad31-03-2017
Las correspondientes detenciones se han llevado a cabo en 38 provincias diferentes de toda España. Los responsables de la operación “Pilumnus”, nombre que recibe el dios romano encargado de proteger a los niños, afirman que en la operación han participado 136 agentes relacionados con delitos cibernéticos y protección de menores junto con otros 200 agentes de apoyo. En total, se han incautado 450.000 archivos pornográficos de fotografías y vídeo.
Las ciudades en las que se ha desarrollado la operación Pilumnus son Alicante, Almería, Barcelona, Bilbao, Burgos, La Coruña, Algeciras, Cádiz, Ceuta, Córdoba, Castellón, Granada, Huelva, Huesca, las Islas Baleares, Jaén, León, Logroño, Madrid, Málaga, Murcia, Navarra, Oviedo, Pontevedra, Santander, Salamanca, Sevilla, San Sebastián, Tarragona, Tenerife, Toledo, Valencia y Valladolid. Y respecto a las Comunidades, Cataluña y Andalucía son los territorios en los que hay un mayor número de detenidos.
Para entender la forma que tuvieron las fuerzas policiales se abordar la investigación, hay que remontarse al rastreo diario que realiza la Policía en Internet. El rastreo se enfoca principalmente a detectar archivos relacionados con menores. Estos archivos fueron localizados en las provincias mencionadas y para que hubiese detenciones, los investigadores han tenido que analizar más de 6.000 archivos de fotografías y video que involucrasen a menores.
Al haber tantos detenidos por toda España, no se ha podido dibujar un perfil claro de los detenidos. Entre de la centena de incautados, las edades de los mismo comprenden desde los 21 hasta los 60 años. En una rueda de prensa que ha dado la Guardia Civil en Madrid debido al éxito de la operación, se ha declarado que “entre los detenidos hay consumidores, distribuidores y también productores del contenido. Y, entre los perfiles, encontramos desde estudiantes universitarios a personas que apenas saben manejarse en internet, pero que se las apañan para acceder a estas imágenes”.
Pese a que haya variedad entre los detenidos, los investigadores se han mostrado preocupados al saber que algunos de los culpables tenían profesiones que implicaban el trato con los niños, como un estudiante universitario que daba clases particulares o un monitor de natación. Y en casos más extremos, poseían el llamado “manual del pedófilo”. En dicho texto, se hallaban las claves para conseguir el contacto con los niños, como engañarlos y como abusar de ellos sin dejarles marcas visibles.
A pesar de la indudable gravedad de los hechos, sorprende el testimonio de uno de los detenidos en su domicilio de Barcelona. “Estoy enfermo. No puedo parar” declaró el detenido a la Guardia Civil cuando entraron en su casa. Posteriormente, encontraron en su ordenador más de 50.000 archivos de violencia hacia menores.