Telecomunicaciones
Nueva vida para el Galaxy Note 7
Por Silvia Marin Martín
2 min
Comunicación28-03-2017
Samsung ha cerrado la investigación sobre el Galaxy Note 7, las conclusiones han sido que el fallo estaba en la batería de los terminales. La compañía surcoreana ha declarado que sacara en próximos días terminales de este modelo, los ha reparado y ha tomado la decisión de sacar a la venta o al alquilar tres millones de teléfonos. No se sabe bien en que países va a sacarlos todo dependerá de las autoridades, operadoras y la demanda.
La compañía de telecomunicaciones Samsung Electronics ha confirmado que sacara a la venta y en alquiler algunas piezas de su modelo Galaxy Note 7 que han sido arregladas, cuya fabricación fue cancelada el pasado año por los problemas que tuvo de igniciones espontáneas que tenían los terminales.
La compañía surcoreana ha realizado un comunicado que aún no ha tomado la decisión de cuáles son los países donde saldrán a la venta estos terminales, y que dependerá “de las consultas con las autoridades reguladoras y las operadoras, así como la demanda local”.
El volumen de venta total de Samsung de este modelo es de vender o alquilar uno o tres millones de unidades Galaxy Note 7, según los datos que ha ofrecido la agencia local Yonhap. También del reciclado de los dispositivos otras de las nuevas estrategias diseñadas por la compañía es reutilizar sus componentes. La gran compañía surcoreana selecciona los componentes que se puedan volver a usar del Note 7, como los semiconductores y los módulos de cámara, para la realización de los modelos que están probando.
Samsung ha querido ser muy transparente en cómo será el proceso de la división de los terminales, lo primero que es extraerán los metales valiosos como el cobre, níquel, el oro y la plata de los dispositivos, un proceso que lo realizaran las compañías especializadas.
Samsung lanzo a la venta su “phablet” de alta gama Galaxy Note 7 el 19 de agosto de 2016, pero al poco de salir comenzaron a recibir incidencias de igniciones cuando los usuarios ponían a cargar el dispositivo.
La compañía aviso a todos los clientes de que se iban a revisar más de dos millones de unidades y una sustitución que no se había realizado nunca del teléfono inteligente, que seguía registrando incendios, lo que hizo que Samsung se planteara parar la producción en octubre.
Desde ese momento Samsung abrió una investigación para poder encontrar el fallo del terminal, con el que saco la conclusión de que el problema eran las baterías de que cometieran ese fallo los terminales, este fallo ha tenido un costo para la empresa más de 5.000 millones de euros.