MEDIO AMBIENTE
Portugal y España llegan a un "pacto amistoso" sobre Almaraz
Por Luis Artola2 min
Sociedad21-02-2017
La construcción del Almacén de Residuos Nucleares de Almaraz ha provocado diversos desencuentros entre los gobiernos luso y español. Tras la queja que Portugal trasladó a la Unión Europea, esta mañana se ha conocido un pacto para que España se comprometa a no tomar medidas que perjudiquen el trabajo entre ambos países. El impacto medioambiental que podría producir la central, muy cercana a la frontera con Portugal, ha sido el motivo principal por el que desde Lisboa reclaman una cooperación conjunta.
La futura construcción en la central de Almaraz, en Cáceres, de un almacén de residuos nucleares ha sido objeto de desacuerdos por parte del gobierno portugués que presentó en enero una denuncia formal a la Comisión Europea. En esta queja Lisboa se pronunciaba sobre la ausencia de evaluación de posibles riesgos por parte de España tras su construcción con el consecuente impacto medioambiental que podría acarrear. De hecho, la no colaboración española en un proyecto que podría perjudicar a Portugal, contraviene las normas de la UE.
La central se encuentra a unos 100 km. de la frontera portuguesa por lo que Portugal considera la necesidad de conocer toda información referida a seguridad nuclear. Esta mañana hemos conocido las negociaciones producidas entre Madrid y Lisboa con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, como intermediario principal para facilitar las relaciones y lograr un acuerdo.
Uno de los acuerdos conseguidos es la retirada de la denuncia contra España ante el Ejecutivo Comunitario. Para ello y, mientras dure este proceso, habrá un compromiso del ejecutivo español de no emitir la autorización para comenzar la construcción del almacén. Además colaborará y compartirá con Portugal toda información pertinente de carácter medioambiental. Se espera asimismo la organización de una futura visita formal, durante los próximos meses, de autoridades lusas a Almaraz, donde también intervendrán compromisarios europeos en calidad de "árbitros independientes".
España ha respondido que tendrá en cuenta las posibles reservas que se den por parte de Portugal por lo que se abstendrá de tomar medidas que puedan afectar a la consulta con el país vecino. De hecho, las autoridades españolas consideran esta medida fundamental "en aras de unas buenas relaciones de vecindad".
En su lugar, las autoridades españolas garantizan que examinarán y tendrán en cuenta "de buena fe y con espíritu constructivo" cualquier reserva legítima de Portugal. "Y se tomará en consideración, en aras de unas buenas relaciones de vecindad, cualquier medida proporcionada que pueda servir para abordar las legítimas consideraciones de Portugal". No obstante, el ministro de Exteriores portugués ha declarado que el compromiso alcanzado no invalidaría recurrir a la legalidad si viese afectados sus intereses.
El presidente del Gobierno y el primer ministro portugués, António Costa, han rubricado el acuerdo concluyendo que "las controversias entre Estados miembros aliados deben resolverse rápidamente, en un espíritu de cooperación y consenso".