PENSIONES
Los actuales pensionistas también perderán poder adquisitivo
Por Luis Artola3 min
Sociedad21-02-2017
Los expertos de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) alertan sobre el riesgo de pérdida de poder adquisitivo de las pensiones en los próximos años. Los datos se han elaborado por los analistas a partir de un estudio centrado en la financiación del sistema público de pensiones. Sus responsables, Ángel de la Fuente, Miguel Ángel García y Alfonso Sánchez presentaron el pasado lunes las conclusiones del informe.
La publicación del estudio "La salud financiera del sistema público de pensiones" y presentado en Madrid, concluye que si no se producen cambios para evitarlo, las pensiones sufrirán un daño que podría prolongarse durante varias décadas. Hablan por ello de hasta una pérdida del 25% en los próximos 20 años, es decir, un poder de compra significativamente menor de forma progresiva y constante tras la concesión de la pensión de jubilación.
Anteriormente la revalorización de las pensiones se calculaba teniendo en cuenta el IPC (índice de precios al consumo) sustituido en la última oleada por el actualmente llamado IRP o índice de revalorización de las pensiones. Este factor que no contó con la aprobación de los expertos a pesar de la reforma elaborada por el Gobierno, constituye el principal medidor y del mismo se desprende hasta una revalorización de las pensiones de solo un 0,25% en los próximo 40 años. Este dato dependería de los ingresos y gastos del sistema.
A partir de estos indicadores poco favorecedores para el futuro de la economía y del que dependen las futuras pensiones los agentes sociales ya están pensando en aplicar otras medidas que ayuden a frenar el empobrecimiento de la sociedad que trabaja y ha trabajado para poder vivir con dignidad durante la última etapa de su vida. Sin embargo, no parece que estos expertos económicos sean partidarios de la vuelta al IPC como principal indicador de las pensiones sino que plantean otras "medidas paliativas" pero con la necesidad de un amplio consenso para llegar a unas condiciones más favorables.
Se comienza a hablar, pues, de tener en cuenta de forma predominante las pensiones mínimas para la elaboración del IPC, lo cual significaría un incremento en el poder adquisitivo, ligado a la inflación, de los pensionistas que cobren menos. El director de Fedea, Ángel de la Fuente, reconoce la inexistencia de una propuesta perfecta pero apunta que "estamos eligiendo entre varios males". Esta propuesta que se encuentra más avanzada se regiría entonces por un sistema menos contributivo. Es decir, los que más contribuyen no alterarían el poder adquisitivo de sus pensiones. Ello favorecería, pues, a aquéllos que contribuyen menos.
Sin embargo, uno de los problemas para poder aplicar esta medida sería la afectación del PIB anual. Se calcula que el gasto sería de aproximadamente 4.000 millones de euros al año, es decir, cuatro décimas del PIB con un aumento en la recaudación del IRPF del 6%. Esta sería la medida menos perjudicial para la economía nacional ya que el ligar todas las pensiones al IPC supondría un gasto del PIB anual, equivalente a un 36% más de IRPF, inviable económicamente para los expertos de Fedea. Por ello, los sindicatos piden con urgencia un cambio en la última reforma del 2013 del actual Gobierno, muy controvertida, tras incluir asociado al IRP el "Factor de Sostenibilidad" o reducción de la pensión en función de la salud económica y de la esperanza de vida.
De todas formas, y a la espera de la llegada de los cambios pretendidos, ya encontramos un déficit en el poder adquisitivo de las pensiones actuales si simplemente atendemos a la inflación, que ha pasado del 1,6% el año anterior al 3% en este primer mes del 2017.