Telecomunicaciones
Samsung revela los fallos del modelo Galaxy Note 7
Por Paloma Sztrancman2 min
Comunicación23-01-2017
La compañía surcoreana ha emitido un comunicado en el que explica que no fue uno, sino dos fallos los que provocaron las explosiones en los dispositivos móviles. Samsung ha llegado a esta conclusión después de una larga investigación en la que han participado 700 ingenieros y se han empleado más de 200.000 dispositivos, además de 30.000 baterías. También han contado con el apoyo de UL, Exponent y TÜV Rheinland, tres compañías industriales independientes para verificar los problemas.
En septiembre de 2016 se produjeron los primeros casos. Un total de tres millones de quejas, para ser exactos. Los clientes reclamaban que las baterías explotaban durante el proceso de carga. En principio, parecía que Samsung había corregido ese problema, pero el problema persistió durante el nuevo lanzamiento y la multinacional tuvo que frenar la fabricación y la venta del dispositivo móvil para que no se dieran más casos similares.
Ante estos sucesos, la imagen de la compañía quedó manchada. Es por ello que Samsung quiso recuperar la confianza en sus clientes llevando a cabo una campaña en la que se recogían de forma gratuita los dispositivos en los puntos de venta, y posteriormente el cliente afectado podía elegir entre un reembolso del dinero o una sustitución del móvil en cuestión por otro de alta gama.
¿Qué fue lo que causó las explosiones en el nuevo modelo de Samsung? El primer fallo se debe a un error al calcular las dimensiones en la batería, lo que supuso la deformación de una de las esquinas. Al producirse esta deformación, daba lugar a una rotura en una lámina importante, cuya principal función era mantener alejados los electrodos negativos y positivos de la batería. Por tanto, la rotura producía un cortocircuito y un aumento en la temperatura provocando la explosión en el aparato.
Tras los primeros incidentes, la compañía intentó rectificar. Con la recogida de los dispositivos defectuosos, Samsung le pidió a otro proveedor un mayor número de baterías para afrontar la creciente demanda. Sin embargo, esta medida no solucionó el problema sino que lo empeoró. Se dio un defecto en la soldadura y como consecuencia se produjeron cortocircuitos que desencadenarían elevadas temperaturas y culminarían con la explosión del Samsung Galaxy Note 7.
"Estos fallos se produjeron en parte por las especificaciones y demandas que nosotros exigimos a los proveedores. El Note 7 equipaba una batería del mismo tamaño que anteriores modelos pero con más capacidad de carga y necesitaba de nuevos procesos de fabricación y ensamblaje. Por ello, nos consideramos responsables del fallo producido". ha declarado el máximo responsable de la división de móviles, Koh Dong-jin.
A pesar del marcado episodio, la compañía surcoreana tiene previsto publicar los resultados de sus ventas en el último trimestre de 2016 y se estima que Samsung tiene beneficios frente a la bajada de sus ingresos el trimestre anterior. Para dejar atrás del todo el pasado año, la compañía ya planea presentar el Samsung Galaxy 8.