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EMPRESAS

El Gobierno italiano se niega a que se cierren las plantas de Fiat

Por La SemanaTiempo de lectura2 min
Economía13-10-2002

La empresa Fiat nació en 1899 y en sus primeros años de vida tuvo oportunidad de crecer a niveles que ni su fundador se hubiese esperado. Con el tiempo la empresa se convirtió en la columna vertebral de la economía italiana e incluso amplió su poderío adquiriendo las firmas Lancia, Ferrari, Alfa Romeo y Maserati.

Pero comienza la crisis en la empresa, las cuentas no cuadran y finalmente en 1996 han de despedir a 74.000 trabajadores. La complicada situación sigue extendiéndose. La deuda de la empresa es actualmente de 6.000 millones de euros. Los próximos despedidos, si alguien no lo impide, alcanzarán el número de 8.100. Se trata de una reestructuración que afectará a cinco de las seis plantas que el Grupo Fiat tiene en Italia. La única planta que se mantiene intacta, y en la cual no habrá ningún despido, es la de Melfi, al sur del país, donde se fabrica el Fiat Punto y el Lancia. Ante semejante crisis nadie ha podido permanecer impasible, ni el Gobierno italiano ni por supuesto los trabajadores. Las protestas han comenzado a materializarse mediante manifestaciones, cortes del tráfico, asambleas y mítines. Han sido miles los trabajadores de todas las plantas los que han comenzado a movilizarse contra este recorte de personal que en principio afectaría a 8.100 empleados, pero cuyo número podría llegar a 40.000 si se tiene en cuenta el sector auxiliar y las subcontratas. Los despidos, que en principio serían temporales, se ejecutarán en dos fases, la primera afectará a 5.000 trabajadores a partir del próximo mes de diciembre y la segunda fase se centrará en los 3.100 trabajadores restantes que abandonarán la empresa a partir de julio del 2003. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se ha apremiado en concertar una reunión de urgencia con los directivos del grupo. En ella se ha llegado a la conclusión de la inviabilidad de los recortes de personal y se ha apostado por trabajar en conjunto para conseguir una solución alternativa y evitar a toda costa el cierre de alguna de las seis plantas de Fiat. Aún no se tiene claro cual será la solución, ya que se están explorando varias opciones como la de favorecer desgravaciones fiscales o la de entrar en una ampliación de capital a través de una sociedad estatal, puesto que las ayudas que provengan directamente del Estado están prohibidas en la Unión Europea. Otra posiblidad que maneja la empresa es la de ceder a General Motors parte del accionariado, pero esto no podrá ocurrir, como mínimo, hasta el 2004.