Madrid Arena
Comienza el juicio por el caso Madrid Arena
Por Elena Pedroche2 min
España12-01-2016
El empresario Antonio Flores, junto con otros 14 imputados se han sentado este martes en el banquillo de los acusados por el caso Madrid Arena. Se les juzga por la muerte de Rocío Oña, Cristina Arce y Katia Esteban, todas de 18 años, la menor Belén Langdon de 17 años y María Teresa Alonso de 20 años, quienes murieron en la macrofiesta de Halloween celebrada el 1 de noviembre del 2012, organizada por la empresa de Flores.
El abogado de Flores ha negado que fueran a pedir un nuevo recuento de entradas, algo que ha declarado a los medios a su llegada a la Audiencia Provincial. Lo que sí ha solicitado la defensa de Torres durante la fase de cuestiones previas la nulidad parcial de la instrucción para que se investigue la implicación de concejales, Luis Calvo y Fátima Núñez. El abogado ha esgrimido que ellos son los “auténticos responsables” de los hechos por “las deficiciencias que presentaba el edificio”, junto a los directivos de la empresa municipal que lo gestionaba, que sí comparten banquillo con su cliente.
Calvo era tercer teniente de alcalde y delegado de Economía, Empleo y Participación Ciudadana del Ayuntamiento en el momento de los hechos y el máximo responsable de Madrid Espacios y Congresos, la entidad pública que alquiló el pabellón a la empresa Diviertt. Tan sólo doce días después de la tragedia, decidió abandonar su cargo. Por su parte, Fátima Núñez era la concejala delegada de Seguridad y Emergencias y también dejó su puesto con su primera imputación por el juez instructor.
El resto de la primera sesión se ha dedicado a la petición de nuevas pruebas y testimonios, a la espera de que en los próximos días empiecen a declarar los 15 acusados. Las declaraciones, que empezando por Flores, terminarán según lo previsto el 9 de febrero.
A continuación se llevará a cabo el visionado de los vídeos y se dará paso a los cerca de 100 testigos: 16 familiares de la víctimas, 30 lesionados en el Madrid Arena, 21 participantes en el evento que no sufrieron heridas, 13 policías nacionales y 15 policías municipales.
El doctor Simón Viñals, acusado y al que la Fiscalía solicita dos años y medio de cárcel por no hacer lo suficiente para salvar a dos de las cinco jóvenes muertas ha declarado este martes ante la prensa que la enfermería del pabellón no tenía agua corriente, "pero teníamos suero y botellas de agua, no nos faltaba de nada. ¿Y si pasa un accidente en medio del campo? El Samur monta una tienda, un hospital de campaña". Ha afirmado que, a pesar de las condiciones en las que se encontraba, era él quien se "ocupaba de que la enfermería, tal y como nos dejaban el lugar, tuviera medios suficientes".
Esta afirmaciones chocan con lo recogido por el juez instructor del caso, López Palop, quien se personó aquella noche en Arena "y lo que allí me encontré fueron tres niñas tiradas en el suelo y cubiertas con mantas, allí no había nada que hiciera parecer aquel lugar una enfermería".
Al doctor Simón Viñals se le acusa de no haber aplicado los protocolos para salvar a las chicas que iban en parada cardiorrespiratoria, a lo que él esgrime que "por supuesto que intenté reanimarlas, por supuesto que apliqué los protocolos".