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Latinoamérica

Mauricio Macri, nuevo presidente de Argentina

Por David PastorTiempo de lectura3 min
Internacional23-11-2015

32 millones de personas estaban convocadas el domingo 22 de noviembre para un día doblemente histórico; por un lado, ha sido la primera vez que se hacía necesaria una segunda vuelta, el llamado 'balotaje', para este tipo de elecciones. Por otro lado, la victoria de Cambiemos pone fin a 12 años del partido kirchnerista FpV al frente del Gobierno. Mauricio Macri ha sabido captar mejor el voto menos ideologizado, formado principalmente por indecisos y peronistas descontentos con la labor del Gobierno en los últimos años.

Esta vez tampoco se cumplieron los pronósticos de las encuestas, que mayoritariamente daban un triunfo holgado a la opción conservadora. En cualquier caso, la victoria se sintió segura desde el primer momento entre los seguidores de Macri, que celebraban la victoria desde la publicación de los primeros datos, con poco más del 2% del escrutinio realizado. El día transcurrió en absoluta normalidad y con un índice de participación del 80,89%. El candidato tomará posesión del cargo el día 10 de diciembre.

La estrategia de Scioli, alertando de los peligros del regreso de las políticas neoliberales, táctica remarcada en el último y esperado debate televisado el domingo anterior, no ha tenido la influencia esperada en las filas del Frente para la Victoria. La observación de los datos indica que, mientras el FpV ha elevado sus votos menos de un 12% respecto al 36,86% logrado en la primera vuelta, Cambiemos ha subido desde el 34,3% hasta el 51,4%, más de 17 puntos de diferencia. De esta lectura se concluye que Macri ha obtenido su victoria a través de un mayor poder de convicción del voto no ideológico o cautivo, del electorado indeciso o resultante de la eliminación en la segunda vuelta del partido de la UNA, de Sergio Massa, y los restantes partidos minoritarios.

Consciente de esta coyuntura, en su primera declaración tras conocerse los resultados, Mauricio Macri ha querido hacer un guiño a los ciudadanos que no votaron por su formación y a los indecisos que en esta ocasión optaron por el cambio. Su grupo estará en minoría tanto en el Congreso como en el Senado, por lo que se necesitará negociar de forma constante. Aquí recupera protagonismo el partido de Massa, antiguo dirigente kirchnerista, que con 30 diputados puede inclinar la balanza en las votaciones diarias del Parlamento.

Empresario y político liberal

Mauricio Macri, ingeniero civil y empresario de 57 años, ha sido durante los últimos ocho años el Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires. También se le conoce por su etapa como presidente del mítico Club Atlético Boca Juniors de fútbol, entre 1995 y 2008. Se inició en política en el año 2003, con la creación del partido Compromiso para el Cambio. Fue diputado nacional dos años después, hasta su nombramiento como Jefe de Gobierno de la capital.

Durante su campaña, el nuevo presidente ha prometido no tocar algunas decisiones clave del anterior gobierno, como la asignación por hijo o la estatalización de Aerolíneas o IPF. Sí se esperan otras medidas de tipo económico, como reducir el gasto público, modificar el tipo de cambio y desacelerar la inflación.

El hasta ahora alcalde de Buenos Aires tendrá que resolver también el proceso judicial que aún tiene pendiente, producto de su etapa como Jefe de Gobierno. Esta situación no ha provocado ninguna factura electoral, en un marco donde el candidato Macri, dueño de uno de los principales grupos económicos del país, cuenta con el respaldo mayoritario de los grandes medios de comunicación.

El futuro de la región

En el plano internacional, el cambio de presidente puede suponer un peligro para alianzas regionales como Mercosur, Unasur y la Celac. Es probable que las políticas del nuevo gobierno vayan encaminadas a darle la espalda a este proceso de integración de América Latina y se muestre más partidario de relanzar organismos que orbitan en torno al ALCA, un tratado de libre comercio creado por Estados Unidos y Canadá y que lleva diez años prácticamente inactivo.

Está por ver cómo el cambio en Argentina puede afectar al futuro de Latinoamérica y su integración. En el actual escenario de crisis económica, este resultado puede suponer el inicio de un cambio de políticas en gran parte de la región sudamericana. Los inmediatos procesos electorales en Venezuela y Brasil pueden ser los próximos episodios de un regreso de las políticas neoliberales más marcadas y la desaparición de los gobiernos progresistas de los últimos años.