INDEPENDENTISMO
El desafío soberanista catalán politiza el fútbol en los últimos años
Por Jesús Espinosa 2 min
España31-05-2015
Como era de esperar, el himno de España sufrió una estruendosa pitada durante la final de la Copa del Rey por parte de los aficionados del FC Barcelona y del Athletic. Una muestra de que la política muchas veces se cuela en eventos deportivos como el que se vivó en el Camp Nou. Durante la pitada, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, esbozaba una tímida sonrisa.
La política y el deporte aparentemente son cosas totalmente distintas, pero en ciertos aspectos aquellos con reivindicaciones políticas se basan de estos multitudinarios eventos para hacerse ver más. Y eso se vivió durante la final de la Copa del Rey en el Camp Nou: la posición política del secesionismo en forma de aficionados pitó al himno de España.
En los últimos años, sin embargo, el independentismo se ha apropiado de la mayoría de los símbolos del fútbol ya sea la final de una Copa del Rey como otro partido cualquiera. De hecho, todos estos gestos alardeados desde la Generalitat que, escenificada en la sonrisa cómplice de Mas, disfruta con cualquier gesto secesionista por parte de su gente.
Sin ir más lejos, en el año 2012, el Barcelona y el Athletic se volvieron a medir en la final de la Copa del Rey. Un partido en donde, de nuevo, los aficionados también pitaron el himno de España. Por aquel entonces, hubo una polémica: TVE bajó el volumen de la grada para disimular esa pitada. Sin embargo, las millones y millones de personas que vieron el partido se dieron cuenta de lo que estaba pasando. La policía se había metido en el fútbol.
Por otro lado, la actuación del año 2012 no tuvo consecuencias. Algo que ahora parece haber cambiado puesto que esta vez el Gobierno ha convocado al Comité contra la Violencia en el fútbol para proceder a las “sanciones que sean precedentes”, según reza el comunicado emitido por el Gobierno.
Asimismo, otro ejemplo claro de que el deporte se ha politizado en cuanto al desafío soberanista catalán se refiere son las continuas declaraciones de personajes del deporte rey que van encaminadas a esa reivindicados. Sin ir más lejos, hace un par de años, el anterior entrenador del Barcelona, Pep Guardiola, muy querido por la afición y ganador del sextete histórico del club, llegó a decir en rueda de prensa que él era “de un pequeño país situado al norte de España llamado Cataluña”. Es decir, ya no es sólo que se pite al himno, sino que las caras más visibles del fútbol no esconden sus posturas políticas condicionando así a los aficionados.
Lo último en esta politización del fútbol se vivió también el año pasado, en 2014. El Barcelona jugaba contra el Manchester City un partido de Champions League en mitad de la plena ebullición del desafío soberanista impulsado por la Generalitat. Los aficionados del equipo catalán se organizaron para que durante el minuto 17:14 del partido todos al unísono cantaran consignas independentistas porque ese minuto escenificaba la capitulación de Barcelona en la Guerra de Sucesión.
De hecho, una plataforma activa en favor de la independencia, la Assamblea Nacional Catalana (ANC), repartió 2000 panfletos entre los hinchas del Manchester City, redactado en inglés, en los que llamaba a los supporters a sumarse al cántico del minuto 17 y explicaba la cuestión secesionista.