AUTONOMÍAS
Pujol reclama al Estado que se complete el Estatuto
Por La Semana1 min
España02-09-2002
Convergencia i Unió gobierna Cataluña con el apoyo del Partido Popular. Las relaciones entre ambos han variado con el paso de los tiempos, y los períodos electorales son especialmente susceptibles de confrontación. Se acercan las elecciones municipales y autonómicas del 2003, y Jordi Pujol, el presidente de la Generalitat, apura sus últimos meses en el cargo. Ha reclamado la culminación del Estatuto.
Para Pujol son 88 las competencias que el Estado debe transferir a la Comunidad Catalana. Para el ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, son muchas menos. Cataluña sigue reclamando la administración única, y Arenas ya ha descartado que se vaya a poner en marcha. Uno y otro, después de su encuentro, destacaron que habían constatado mutuamente las diferentes ideas sobre España y Cataluña. Los traspasos son, para Pujol, la “condición básica para pensar que se aplican en España el Estatuto y la Constitución”. Arenas estudiará la petición, pero quiso recalcar una actitud del nacionalismo catalán que destaca en el actual panorama político por ser muy distinto del vasco: "Los 25 años de participación decisiva de Cataluña en la democracia de España han sido una referencia en el pasado y seguirán siéndolo en el futuro". El nacionalismo catalán, en tanto que nacionalismo, tiene como objetivo -igual que el vasco-, la independencia del pueblo que dice representar. Las maneras en que uno y otro han procedido históricamente en sus reivindicaciones han sido muy diferentes, aunque se respaldan como hermanos en los momentos difíciles, como está sucediendo en el actual proceso de ilegalización de Batasuna. CiU, sutilmente, apoyó la aprobación de la Ley de Partidos poniéndole a la ley la única pega que, días después, le permitiría hermanarse con el nacionalismo vasco en el Congreso cuando éste solicitó al Gobierno que demandara la ilegalización de Batasuna ante el Tribunal Supremo.