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IRAK

EE.UU. quiere derrocar a Sadam a pesar de no contar con mucho respaldo

Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura1 min
Internacional01-09-2002

El primer ministro británico, Tony Blair, es partidario de lanzar un ultimátum al régimen del presidente iraquí, Sadam Husein, antes de emprender acciones militares contundentes.

Una vez más Irak vuelve a estar en el punto de mira de Estados Unidos. Las continuas provocaciones de Sadam Husein son contestadas por el presidente estadounidense, George W. Bush. Bush ha reiterado públicamente que “lo mejor para el mundo es derrocar el régimen de Sadam Husein” y para ello está dispuesto a emprender una operación militar aunque no cuente con apoyos internacionales. El Ejecutivo británico ya ha hecho saber al estadounidense que es partidario de tener paciencia y de lanzar un ultimátum al régimen iraquí para que emprenda las reformas necesarias, colabore con la Organización de Naciones Unidas (ONU) y luche contra el terrorismo internacional. Más contrarios a las pretensiones de George W. Bush son en los países árabes. El presidente de Egipto, Hosni Mubarak, ha afirmado que un ataque contra Irak no estaría bien visto por la comunidad islámica. Tampoco está dispuesto a ofrecer su apoyo uno de los principales aliados de Estados Unidos en la zona, Arabia Saudí. El ministro de Exteriores saudí, príncipe Saud, afirmó que su país no va a ceder las bases para llevar a cabo un ataque contra Irak. El Gobierno saudí cree que esta negativa no debe dañar las buenas relaciones que mantienen con la Casa Blanca desde hace décadas y mantiene su disposición a prestar sus instalaciones militares para mantener el embargo aéreo contra Irak, impuesto tras la segunda Guerra del Golfo.