SUDAMÉRICA
Argentina, Uruguay y Brasil permanecen en severa vigilancia por su estado crítico
Por Raquel González2 min
Economía01-09-2002
Como un mal resfriado que ha devenido en pulmonía y además ha resultado muy contagioso. Este podría, a primera vista, el diagnóstico de lo que está ocurriendo en Sudamérica. Argentina, Uruguay y Brasil son, de momentos, los más afectados.
En Argentina la desesperación se ha adueñado de la gente y el nivel de delincuencia en las calles es enorme. Los secuestros-express, los asesinatos y los robos son ya el pan de cada día. Prácticamente, lo único positivo que le ha pasado a la Argentina económica este verano es que le siguen retrasando la fecha para cumplir con sus deudas. Le han prorrogado por un año el pago de 2.700 millones de dólares que vencía el 9 de septiembre. Pero es sólo un paso, porque en los próximos meses les vencen deudas que ascienden a más de 5.000 millones de dólares, que sería más de la mitad de las reservas del país. El FMI sigue negándoles más préstamos, esta vez por falta de consenso político. Uruguay era el país de toda Sudamérica con el sistema financiero más sólido. De hecho, muchos argentinos tenían cuentas bancarias en ese país pensando que estarían a buen recaudo. Esos miles de argentinos tuvieron que cruzar por vía de urgencia el Río de la Plata para llegar al país vecino y recuperar sus ahorros, que apunto estuvieron de caer en otro corralito. Los bancos estuvieron cerrados durante seis días porque no tenían liquidez. En cuanto abrieron, miles de ahorradores acudieron a retirar su dinero por miedo a que ocurriese lo mismo que en Argentina. El resultado fue que los depósitos bancarios han caído un 41 por ciento. Ahora las aguas están más calmadas. Las reservas del Banco Central de Uruguay se han recuperado en un 12,64 por ciento después de que hubiesen llegado a su nivel más bajo (554 millones de dólares). El FMI ayudó económicamente al país con 1.500 millones de dólares para crear el Fondo de Estabilidad del Sistema Financiero. Ahora, tal y como dicen autoridades del Gobierno uruguayo, el sistema financiero del país salió de cuidados intensivos, pero aún necesitará tiempo para recuperarse medianamente bien. En Brasil la atención está puesta en las próximas elecciones presidenciales del mes de octubre. Hay temor a que gane la izquierda, una posibilidad nada remota, y que ésta declare una moratoria en el pago de la deuda pública. Por esto, el Fondo Monetario va con pies de plomo. Aun así, el organismo de crédito, otorgó al país en estos meses estivales el mayor crédito de su historia, casi 300.000 millones de dólares. No ha sido un buen año para las economías latinoamericanas. En el 2002 la entrada de capitales en esa parte del mundo ha caído en un 73 por ciento con respecto al 2001.