TELEVISIÓN

Amparo Baró, el mal genio cómico

Por Natalia Méndez Aparicio3 min

Cultura02-02-2015

7 vidas, El internado, Aída, Las cosas del querer, El nido, El divorcio que viene, Agosto, El club de la comedia, Siete mesas de billar francés... diferentes proyectos artísticos que han llenado los cincuenta años como actriz profesional de Amparo Baró, que ha fallecido a causa de una larga enfermedad, pero que ha dejado un gran legado para todo el público español amante de la cultura, pero principalmente del buen humor.

Amparo Baró era una mujer de baja estatura, pero cuyo carácter engrandecía su persona y cuyo humor sacaba la carcajada de  todo aquel que se le pusiera de por medio. Nació en Barcelona, a dos años de finalizar la Guerra Civil. Ya con dieciocho años comenzó sus estudios universitarios de Filosofía y Letras, pero los abandonó sin dudarlo al descubrir su vocación por la interpretación.

De esta manera comenzó a actuar en grupos amateur, hasta que el director de teatro Adolfo Marsillach le otorgó su gran oportunidad con un pequeño papel en la obra Café del Liceo. Su personaje apenas decía una frase hasta el final del espectáculo, pero fue un proyecto en el que Baró demostró su gran interés al saberse el papel de la protagonista, algo que le vino bien a la compañía cuando la actriz Amparo Soler Leal estuvo indispuesta y requerían rápidamente de una sustituta. Y es que el que desea algo y trabaja con empeño, logra alcanzar sus sueños.

Poco a poco, Amparó Baró fue avanzando en el mundo del teatro, pero esta polifacética actriz probó con otros formatos siendo su primera aparición en el cine con Rapsodia de sangre. Su carrera en la gran pantalla cuenta con varios largometrajes, pero no fue tan fructífera como la de los escenarios. Aún así, participó en películas como Carola de día, Carola de noche, Al servicio de la mujer española, El nido, Las cosas del querer, Noviembre y Maktub.

Pero, lo que realmente hizo famosa a Amparo Baró y por lo que será recordada como una de las grandes actrices de España es sin duda la televisión. Su papel de Sole en 7 vidas es uno de los personajes míticos de la historia de las series españolas. La estrella de toda aquella comedia era Baró, interpretando a una señora gruñona y de ideas fuertemente simpatizantes con el comunismo. Tales eran los comentarios que recogía el guión que la gente se cuestionaba la ideología política de la actriz, a lo que ella decía que no compartía las mismas ideas que el personaje que interpretaba. En una ocasión, llegó a reconocer en una entrevista concedida a El País que en las elecciones generales de 2011 voto a Rajoy, aunque posteriormente se sintió decepcionada al presenciar las primeras medidas que llevó el presidente a cabo.

Está claro que 7 vidas generó más expectación en la actriz catalana que, a pesar de ser poco agraciada y no contar con más ofertas para cine o televisión, era muy querida por los espectadores. También, trabajo en otras series como Los Quién, El internado, Aída, Juntas pero no revueltas, Farmacia de guardia, Tío Willy y Lorca, muerte de un poeta, entre otras muchas.

Amparo Baró se adaptaba a cualquier medio y circunstancia. No obstante, siempre se la recordará como una actriz del género cómico. Con cierto humor negro, era el alma de la fiesta en sus monólogos de El club de la comedia.

Por otro lado, contó con varios premios a lo largo de su carrera, a pesar de que la daba bastante vergüenza ir a recoger los galardones, algo que demostraba su sencillez y la falta de interés por el reconocimiento. Le otorgaron un Goya en 2007 por Siete mesas de billar francés. Por su participación en El internado, 7 vidas, Agosto o Maktub también recibió diferentes premios realzando su carrera.