Estados Unidos
El discurso de Obama marca un antes y un después en EEUU
Por Cristina Guzmán
2 min
Internacional21-01-2015
El presidente Obama trató anoche de poner un punto y aparte tras los duros años superados por la sociedad norteamericana. Recalcó la necesidad de dejar atrás las dos guerras, Afganistán e Irak, y la recesión económica para valorar los puntos fuertes de lo que hasta ahora ha sido su mandato. Así recordó que en 2014 Estados Unidos tuvo la mayor creación de empleo desde el año 2000 y que las previsiones de crecimiento del FMI para 2016 son las mejores desde el 2004,“estas son buenas noticias”.
Además de las diferencias entre el antes y el después, el Presidente norteamericano quiso dejar claros sus objetivos e intenciones de cara al futuro. En primer lugar reiteró la importancia de blindar lo conseguido hasta ahora en materia de derechos sociales, sanidad e inmigración. También incidió en la importancia de no “desmontar las nuevas reglas de Wall Street” que regulan ahora el sistema financiero. En estos temas se mostró contundente al afirmar que cualquier proyecto de ley que trate de cambiar alguno de estos aspectos estará automáticamente vetado. Otra de las metas antes de finalizar su legislatura es cerrar definitivamente Guantánamo, aunque el proceso ya se inició hace algunos años todavía quedan 122 detenidos en la prisión y se trata de su desmantelamiento completo. “Ha llegado la hora de finalizar el trabajo. Estoy decidido y no desistiré hasta que cerremos la prisión. Nosotros no somos así”, afirmó ante el Capitolio. También hubo un hueco para Cuba, Obama pretende llevar el cambio de política hacia la isla hasta el final y conseguir este año levantar completamente el embargo comercial. Por último hizo un llamamiento a rechazar el “deplorable antisemitismo” y los “estereotipos ofensivos” contra los musulmanes porque los estadounidenses “respetamos la dignidad humana, incluso cuando nos vemos amenazados”.
Por otro lado en materia económica hizo una batería de propuestas que difícilmente llegaran a pasar del Congreso y del Senado, de mayoría republicana, pero que si abren una vez más el debate sobre desigualdad y pobreza para las próximas elecciones en las que él ya no será candidato. El objetivo es orientar el sistema hacia “una economía de la clase media". Esto se conseguiría a través de una reforma fiscal más progresiva y redistributiva, por medio de ayudas a las familias trabajadoras, ya que EEUU es el único país desarrollado en el que la baja por maternidad no es obligatoria, y planes de ayudas para PYMES. Con respecto al tema impositivo, Obama propone un sistema de transferencia de recursos de las grandes fortunas a la clase media y baja. Esto se traduciría en aumentar la carga impositiva a los “superricos”, aquellos con ingresos superiores a los dos millones de dólares anuales (1% de la población), a través de tasas más altas sobre ganancias de capital y dividendos. Estos ingresos irían destinados a subsidios familiares y para la educación, ayudas fiscales a los trabajadores con hijos en edad preescolar, a aquellos que se costean la educación superior o ayudas económicas a los buenos estudiantes. Por otro lado señaló también la importancia de buscar soluciones respecto a dos puntos: la garantía de pago de las licencias por maternidad o enfermedad, que EEUU todavía no reconoce, y un mayor compromiso con el pago de los salarios mínimos y las horas extra. La mayor parte de estas propuestas quedarán previsiblemente bloqueadas en la Cámara de Representantes por los republicanos.