Qué difícil es bailar tangos entre torres derrumbadas y escándalos fiscales

Por Gema Diego2 min

Economía26-07-2002

Las bolsas mundiales llevan un año de lo más movidito: la caída de las Torres Gemelas de Nueva York inauguró un curso escolar en el que no han faltado clases de tango por una Argentina convulsa y un cursillo acelerado de prácticas contables fraudulentas con múltiples ejemplos prácticos.

A principios de septiembre del 2001, la economía mundial comenzaba a acusar el fin de un ciclo expansivo, aguijoneada por una crisis en las empresas tecnológicas. Y, de repente, llegó la sorpresa: los atentados del 11-S mantuvieron cerrada a Wall Street durante seis días, hecho que provocó la desorientación de las bolsas europeas. La vuelta al cole de la Bolsa de Nueva York trajo consigo pérdidas del 7,12 por ciento para el Dow Jones y condujo a la bolsa de Madrid a su peor situación en 20 años. Tras un par de semanas de malos resultados, a finales de septiembre retornó la confianza de los inversores. La tímida recuperación superaba obstáculos como la nueva amenaza biológica del ántrax. Mientras, Europa tenía que reducir sus previsiones de crecimiento y suplicar al Banco Central Europeo (BCE) que bajase los tipos de interés para evitar la recesión. Pero el respiro duró poco con la entrada en escena de Argentina. Los desaires del Fondo Monetario Internacional (FMI), el fin de la paridad entre peso y dólar, y la posterior devaluación de éste llenaron de suspensos las notas del Ibex 35 madrileño. Los grandes bancos abrieron el año 2002 arrastrados violentamente por la Pampa, tropezando una y otra vez con la crisis argentina. A estos se unían Endesa, Repsol y Telefónica, malparadas por los pasos de un tango muy complicado. El BBVA remató su mal estado con el descubrimiento de un entramado de cuentas secretas en paraísos fiscales. Después llegaron los fraudes contables en Estados Unidos (EE.UU.), un goteo incesante que no termina, por el momento. Enron, WorldCom, Merck, Bristol Myers, Qwest. una lista de malas noticias que ha situado a las bolsas en resultados peores que los del 11-S. Habrá que estudiar para septiembre si no se quiere repetir curso.