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Crimen organizado

Desarticulada una red de tráfico ilegal de medicamentos

Por David Sánchez TorricoTiempo de lectura2 min
Sociedad09-01-2015

En el marco de la operación NOISA, la Guardia Civil ha desmantelado una red dedicada al tráfico ilegal de medicamentos, que enviaba fármacos a países de la Unión Europea que, en España, se venden a un precio tres o cuatro veces inferior. Los agentes, en varios registros, descubrieron un almacén secreto de medicamentos, con más de 12.000 envases y 163.000 euros en metálico. Luis Peláez, teniente coronel, ha afirmado en rueda de prensa que "esta práctica ilegal se conoce como comercio inverso de medicamentos".

"Consiste en comprar a las oficinas de farmacia, que por ley solo pueden dispensar medicamentos al público, grandes cantidades de envases, para después venderlos a países extranjeros a precios tres o cuatro veces superiores a los de España”, ha explicado el capitán Gerardo Suárez. La red abonaba a las farmacias una especie de comisión, que rondaba el 10%. La organización, que tenía un almacén mayorista de medicamentos con sede en Alboraya (Valencia), estaba a su vez constituida por tres empresas más. En la operación han sido detenidas 49 personas, de las cuales 12 trabajaban en farmacias. En los registros realizados, los agentes han incautado, además de los medicamentos y el dinero en metálico, un revólver, numerosa documentación, equipos informáticos y seis vehículos de alta gama. También se han intervenido numerosas cuentas corrientes, así como otros productos financieros. La denuncia de una asociación infantil de lucha contra el cáncer, donde se ponía en conocimiento de la Guardia Civil el desabastecimiento en el mercado de ciertos medicamentos para el tratamiento de enfermedades oncológicas, supuso el inicio de la investigación. A partir de la denuncia, la Guardia Civil comenzó a indagar e identificó a una organización perfectamente estructurada, y que operaba en todo el territorio nacional, especialmente en Barcelona, Coruña, Lugo, Valencia y Madrid. Con el fin de dificultar su identificación, la organización creó un entramado de más de 40 empresas pantalla que funcionaban como tapadera, para así poder justificar los envíos y cuadrar las actividades económicas. A pesar de las detenciones ya realizadas, con los arrestados condenados por delitos de organización criminal, contra la salud pública, y contra la hacienda pública, la operación continúa abierta. El principal inculpado de la organización, C.I.L.L., residente en A Coruña, se encuentra entre los detenidos. Poseía un control absoluto de la organización y de las líneas de adquisición y distribución de medicamentos, a través de relaciones personales y familiares. La investigación ha sido llevada a cabo por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Madrid, con la ayuda de diversas Unidades de la Guardia Civil, y en colaboración con el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (Grupo de Investigación GISS), las Consejerías de Sanidad-Inspecciones de Farmacia de varias comunidades autónomas, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) y la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT).