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SAHARA

La ONU no alcanza un acuerdo sobre el futuro del Sahara

Por Vicente García GandíaTiempo de lectura1 min
Internacional27-07-2002

Una vez más, la falta de consenso en las deliberaciones sobre el futuro del Sahara en el seno de la ONU retrasa la decisión sobre el destino del pueblo saharaui. Las grandes diferencias entre los 15 representantes en el Consejo frente a la última propuesta estadounidense han terminado en otro aplazamiento sobre una cuestión que para Javier Solana, jefe de la diplomacia europea, está en el fondo de la crisis entre Rabat y Madrid.

El ex secretario de Estado de EE.UU. y mediador de la ONU para el conflicto, James Baker, se convirtió durante la semana pasada en el abanderado de un proyecto de resolución muy similar al presentado el pasado mes de abril ante el Consejo y que, en aquella ocasión, tampoco recabó los votos necesarios para salir adelante. Según esta versión remodelada de la idea que se presentó entonces, el Sahara pasaría a depender de Marruecos dentro de una considerable autonomía. Nueve eran los votos necesarios para hacer pasar su resolución pero sólo contaban con el apoyo de Francia, Reino Unido, Camerún, la República de Guinea Conakry y, previsiblemente, de Bulgaria. Frente a ellos estaban Rusia, China, Irlanda, las Islas Mauricio, Colombia y México, a falta de la decisión de Singapur y Siria. Desde el Frente Polisario y en palabras de su representante ente la ONU, Ahmed Bujari, el texto presentado por Washington implica "entregar el pueblo y el territorio saharaui a un poder colonial", de manera que, en su opinión, esa no puede ser una solución "creíble, legal ni viable". A pesar de la falta de acuerdo, el 31 de julio se había impuesto como día límite para alcanzar un acuerdo definitivo. Ese día también cumple el mandato de paz de Naciones Unidas para la zona. Ahora la decisión se retrasará durante unos meses y, mientras, James Baker intentará que el Consejo acepte una de estas tres opciones: un referéndum, que Marruecos obstaculizaría como ya ha ocurrido en el pasado; un plan de autonomía, al que se opondrían Argelia y el Frente Polisario; o la división del territorio en una parte bajo soberanía marroquí y otra independiente.