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Cataluña

Mariano Rajoy considera un fracaso la consulta del 9-N

Por David Sánchez TorricoTiempo de lectura2 min
España12-11-2014

En su primera comparecencia tras el 9-N, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado que "no moverá ni un milímetro su posición política por el hecho de que 2,3 millones de personas, según los datos de la Generalitat, participaran en la consulta alternativa del 9-N". Rajoy, que considera la jornada del domingo como un "fracaso absoluto" por el hecho de que dos tercios de la ciudadanía catalana llamada a votar no acudió, ha argumentado que "no va a ofrecer ningún plan especial para intentar que no crezca el independentismo en Cataluña".

El presidente del Gobierno ha hecho hincapié en varias ocasiones en ese dato de los dos tercios de abstencionistas, para así defender que el independentismo no es mayoritario. Según Rajoy: "hemos asistido a un simulacro electoral, organizado por personas que fueron juez y parte del proceso. Ha sido un acto de propaganda política, pero lo que lo hace grave es que se ha hecho incumpliendo una resolución del Tribunal Constitucional". Y es que según las cuentas de Rajoy, la gran mayoría de los catalanes ha renunciado a secundar este proceso: "hemos asistido a un profundo fracaso del proceso independentista". El presidente del Gobierno argumenta que "dos de cada tres catalanes no han participado, es decir, han demostrado la debilidad de Artur Mas". "En Cataluña hay muchos más catalanes que independentistas. Cataluña es plural y las decisiones que se adopten tienen que ser para todos. Hoy vamos a dedicarnos a lo que les interesa a todos, al tercio y a los dos tercios, que es la mejora económica", añade. Rajoy asevera: "el señor Mas ha sugerido que reanudemos el diálogo. Nunca me he negado a dialogar, ni con el señor Mas ni con nadie. Todo diálogo en el que yo intervenga ha de circunscribirse en las obligaciones de mi cargo." La posibilidad de negociación de un referéndum ha sido totalmente negada por Rajoy, que considera la reforma constitucional como la única vía legal para lo que pretende el presidente de la Generalitat, Artur Mas. En sus propias palabras, Rajoy manifiesta que "el parlamento de Cataluña está facultado para iniciar el proceso de la reforma constitucional". El presidente del Gobierno ha desvelado que en sus negociaciones con Mas, siempre le ha planteado que este es el camino que ha de seguir. Pero esa vía también se encuentra cerrada, según Rajoy: "yo y mi partido nos opondremos a cualquier reforma de la Constitución que incluya la autodeterminación y, por tanto, liquide la soberanía nacional. No voy a dialogar nunca sobre la soberanía nacional". El presidente del Gobierno no tiene ninguna intención de ofrecer un plan a los catalanes para frenar el crecimiento del independentismo, que puede observarse en las encuestas, o para minimizar las movilizaciones independentistas, que comenzaron a producirse el 11 de septiembre de 2012. Artur Mas, al que Rajoy ha pedido que "se ponga a trabajar en lo que importa al conjunto de los ciudadanos de Cataluña, como el paro o los problemas económicos", no ha dudado en afirmar con ironía, tras la comparecencia del presidente del Gobierno que "Mariano Rajoy ha considerado que debía comparecer específicamente para dar una valoración de un simulacro o una pachanga, que era lo que le parecía que iba a ser el proceso participativo del pasado domingo 9 en Cataluña". Mas aprovechó también para dar las gracias a las fuerzas políticas soberanistas, ERC, ICV, CiU y CUP, por su capacidad de movilización en la jornada, y reiteró que "está dispuesto a poner urnas las veces que haga falta para dotarse de la legitimidad necesaria para tomar decisiones".