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ESPIONAJE

Vodafone desvela que seis gobiernos espían a sus clientes

Por Sergio CastillaTiempo de lectura3 min
Comunicación06-06-2014

"Un escenario de pesadilla", así consideran varias organizaciones defensoras de la intimidad el hecho de que los gobiernos de seis países puedan espiar a cualquiera de sus ciudadanos. La compañía de telecomunicaciones británica Vodafone ha revelado este viernes en un informe que tales Gobiernos han tenido acceso directo a datos almacenados en sus redes a través de unos cables, por lo que pueden tener una vigilancia "permanente de las comunicaciones de sus clientes". La compañía, no obstante, no menciona cuales son esos países por temor a represalias.

El informe de Vodafone, de las que algunas conclusiones han sido adelantadas por el diario The Guardian, se titula 'Informe de Divulgación sobre la Aplicación de la Ley'. Y con él pretende informar a sus clientes y al público general sobre cuáles son sus obligaciones legales de colaborar con los servicios secretos o las autoridades relevantes de cada país a la hora de intervenir los servicios que presta. En varios de ellos (Albania, Egipto, India, Malta, Qatar, Rumanía, Sudáfrica y Turquía) es ilegal revelar ningún aspecto sobre cómo esto se lleva a cabo. Según el informe, en algunos países la compañía está obligada por ley a desvelar información sobre sus clientes, de lo contrario los Gobiernos pueden retirarle la licencia para operar. En el caso de España, las autoridades interceptaron 24.212 llamadas realizadas a través de su red de móviles en el ejercicio hasta marzo de 2014. Además, la empresa británica facilitó información sobre 48.679 comunicaciones en España. El país en el que Vodafone reveló más datos fue Italia, donde el grupo pasó información sobre 605.601 llamadas. Fuentes de la industria han asegurado que, en algunos casos, el equipo para el sistema de acceso se encuentra en una habitación cerrada de sus estancias centrales. El personal que trabaja en esas habitaciones puede ser, incluso, personal de la propia empresa, al que les está prohibido discutir cualquier aspecto de su trabajo con el resto de la empresa. La compañía asegura que exige a todos sus empleados que cumplan con el código de conducta de la empresa, pero este secreto implica que no siempre se puede verificar lo que hacen. Vodafone no es la única empresa sometida a estos sistemas de cables directos. Conforme a lo publicado por el diario, esos sistemas de no requieren ningún tipo de garantías, y las empresas no tiene información sobre la identidad o números de los clientes que han sido objeto de seguimiento. Además, las agencias gubernamentales no tienen que justificar sus actividades a las mismas empresas. Según ha declarado a The Guardian el responsable de privacidad de Vodafone, Stephen Deadman, "esas conducciones existen, el modelo de acceso directo existe. Estamos haciendo un llamamiento para que se acabe el acceso de las agencias gubernamentales para obtener las comunicaciones de la gente". "Si no hay una orden judicial oficial no hay visibilidad externa. Si recibimos una demanda podemos hacer dar marcha atrás a la agencia. El hecho de que el Gobierno necesite un documento para actuar es una limitación importante al uso de sus poderes", ha afirmado. Las organizaciones defensoras de la intimidad de los ciudadanos han admitido que se trata de un "escenario de pesadilla". "El que los Gobiernos tengan acceso a las llamadas telefónicas haciendo accionar un interruptor no tiene precedentes y es aterrador", ha apuntado la directora de la organización defensora de los derechos civiles, Shami Chakrabarti. "Nunca hubiera pensado que las telecom (las compañías de telecomunicaciones) pudieran ser cómplices. Es un paso valiente por parte de Vodafone y esperamos que otras empresas sean más valientes con más revelaciones", ha añadido el director de la organización Privacy International, Gus Hosein. Esta información sale a la luz después de que el exagente de la Agencia de Seguridad de Estados Unidos (NSA) Edward Snowden denunciase el año pasado prácticas de espionaje por parte de los gobiernos de EEUU y Reino Unido a millones de personas. Estas revelaciones -por las que Snowden se vio obligado a buscar refugio en Rusia- causaron un enorme impacto en todo el mundo al conocerse la vigilancia sistemática de EEUU de los teléfonos de ciudadanos y a través de Internet.