BANCA
El BCE rebaja el precio del dinero al 0,15% para activar el crédito
Por Fernando García
4 min
Economía05-06-2014
Europa manda un recado a las entidades bancarias. El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha adoptado las tan esperadas medidas excepcionales, con la esperanza de activar el mercado crediticio y eliminar la amenaza de la temida deflación en la zona euro. La bajada de los tipos de interés se ha situado en su mínimo histórico con un 0,15%. Esta medida, sumada a la inyección de 400.000 millones de euros de liquidez y al cobro a los bancos por depositar su dinero en el BCE en vez de utilizarlo en la concesión de financiación, tienen la función de forzar a que fluyan los prestamos a pymes y particulares.
Y es que las anteriores medidas adoptadas por el organismo dirigido por Draghi no habían tenido el efecto deseado sobre el crédito. Por eso el BCE no se ha limitado a abaratar los costes del dinero, sino que ha incluido políticas de ‘sanción’ a las entidades que no movilicen sus reservas. La primera medida, la de la bajada del precio de la moneda, se había mostrado ineficaz por si sola cuando en noviembre descendió hasta el 0,25% de tipo de interés. Con la rebaja de una décima, hasta el 0,15%, se establece un mínimo histórico, equiparándola con mercados como el estadounidense, lo que representa un debilitamiento del euro, que se notará en las hipotecas y exportaciones. En teoría, el dinero que se ahorre con estas iniciativas, revertirá en el consumo. Y es que la zona euro sigue obsesionada con la deflación. Como ya anuncio Draghi, la zona de peligro se establece en el 2% de inflación, y los últimos datos no alcanzan ni al medio punto porcentual. Por ello, el BCE ha decidido adoptar otras medidas, para penalizar a los bancos que no concedan créditos. Con el recorte de la llamada facilidad de depósito, las entidades que decidan no poner en circulación sus fondos en forma de financiación y los depositen en las arcas del Banco Europeo, deberán pagar un interés por ello. A esta medida se le suma la aplicación del mismo interés negativo al exceso de liquidez que los bancos no podían tener por ley y que depositaban nuevamente en el BCE. Inyección de liquidez de 400.000 millones, pero dirigida al crédito La acción que más ha llamado la atención ha sido la inyección de liquidez de 400.000 millones de euros. Esta operación no entraba en los planes de todos los analistas económicos europeos. La medida, que se adoptará a través de dos subastas en septiembre y diciembre de este año, y en la que cada banco podrá optar a hasta un 7% de su cartera crediticia (sin tener en cuenta las hipotecas), será controlada para evitar que las entidades financieras lo usen para la reinversión. La inyección de liquidez ya se adoptó en 2011 y 2012, en los créditos baratos llamados LTRO. Pero lejos de obtener la fluidez crediticia deseada, los bancos optaron por la compra de deuda nacional, obteniendo muchos beneficios por la debilidad de las economías centrales. Ahora, para prevenir esa acción, el BCE pondrá limitaciones. La banca obtendrá una financiación al tipo de referencia, ahora rebajado al 0,15%, más 10 puntos básicos, que tendrá que devolver en un plazo comprendido entre 24 meses después de la concesión y 2018. Pero si en 2016 los objetivos de crédito no se han cumplido, deberán abonar el total de lo financiado, y obliga así a que fluya la financiación a las familias y pymes. Además, se acaban los incentivos para la compra de deuda soberana. Como medida adicional, los bancos tendrán toda la financiación que deseen por parte del BCE hasta 2016. Todas estas acciones se unen a una más que probable compra de deudas de alto riesgo, para activar la concesión de estos créditos, y también una posible inversión en deuda soberana. Mario Draghi ya ha advertido que pueden haber más medidas en el futuro “Hemos tomado esta decisión. Pensamos que es un paquete significativo. ¿Hemos terminado con esto? La respuesta es no. No hemos terminado aquí” ¿En qué afectan las medidas del BCE a las familias y las pymes? En teoría, todas las acciones tiene un único fin, que fluya el crédito. Pero no es tan simple. La rebaja del precio del dinero, debilitará la moneda. Esto afectará principalmente a las hipotecas, que verán reducido su interés variable ligado al coste, y favorecerá las exportaciones. Aunque no todo lo asociado a la debilidad monetaria es bueno, el europeo contara con una moneda de menor valor si interactúa con el exterior como comprador o viajero. El otro elemento que se verá afectado es el IPC. El máximo órgano económico europeo está empeñado en fortalecer la subida de precios, o inflación, que en la actualidad se encuentra demasiado baja. En teoría, se espera un 0,7% para 2014, un 1,1% en 2015 y un 1,4% en 2016, lejos del 2% que se marca como línea de seguridad. Que haya liquidez y que fluya el crédito favorecerá una subida de precios, que los analistas ven necesaria para no perder competitividad. Pero hay que analizar esta situación desde todos los ángulos, ya que algunos expertos económicos indican que una deflación en economías que tienen castigadas a sus clases medias-bajas como la española, supondría comprar más barato, lo cual sería equiparable a contar con más dinero para las familias.