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UCRANIA

Continúa el estado de guerra en el este de Ucrania

Por Sergio CastillaTiempo de lectura3 min
Internacional02-06-2014

El este de Ucrania se sume en el caos y la anarquía a causa del conflicto entre el Ejército ucraniano y las fuerzas prorrusas. En las ciudades de Donetsk y Slaviansk se ha impuesto el toque de queda y se han multiplicado los asaltos a comercios, por lo que muchos civiles huyen a Crimea para refugiarse. Los combates continúan con especial dureza desde hace una semana, cuando el Gobierno de Kiev impulsó la operación antiterrorista tras concluir las elecciones presidenciales en las que salió electo el magnate Petro Poroshenko.

Día tras día, se incrementa el número de víctimas por el conflicto en el este de Ucrania. Al menos cinco milicianos han fallecido este lunes en el combate que continúa entre insurgentes prorrusos y las fuerzas gubernamentales por el control de la comandancia de la Guardia Fronteriza de Ucrania en la ciudad de Lugansk, a muy pocos kilómetros de la frontera con Rusia. Decenas de insurgentes (hasta 200 según algunas fuentes), varios civiles y al menos una docena de soldados ucranianos han perdido la vida en los enfrentamientos armados que continúan desde entonces en el sureste de Ucrania. Por el momento, la comunidad internacional tampoco parece capaz de encontrar una salida al enfrentamiento civil. La OTAN y Rusia han celebrado este lunes su reunión de embajadores desde que estallara la crisis, en la que han dejado patente las "diferencias fundamentales" sobre el origen de ésta y cómo resolverla. La portavoz de la Alianza Atlántica, Oana Lungescu, ha explicado que "la única conclusión es la que ha sacado el secretario general (de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen) sobre que lo mejor que podemos hacer es trabajar por una solución que respete la legalidad internacional". Los países de la OTAN han dejado claro a Rusia que su posición es "muy fuerte y clara" sobre "la anexión ilegal e ilegítima de Crimea", la cual no reconocerán. Además, "han elogiado las elecciones en Ucrania como un voto claro a favor de la unidad de Ucrania", ha comentado la portavoz. Además, han instado a Rusia a comprometerse constructivamente con las nuevas autoridades ucranianas y a respetar sus compromisos internacionales con idea de detener el flujo de armas a través de la frontera, dejar de apoyar a los separatistas armados en Ucrania y retirar "totalmente y de manera verificable" sus tropas de la frontera ucraniana. Mientras que Rusia ha reducido sus tropas en la frontera ucraniana de 40.000 a 10.000, los aliados han reforzado los despliegues militares por mar y aire y han enviado más soldados para realizar ejercicios en Polonia, los Estados bálticos y Rumanía. Los ministros de Defensa de la OTAN se reunirán este martes en Bruselas para estudiar la crisis ruso-ucraniana y sus implicaciones a medio plazo para la seguridad y defensa de los aliados, entre otros asuntos. Otra situación de crisis que atañe tanto a Ucrania como a Rusia es la relacionada con el gas. Ucrania debe pagar toda su deuda al monopolio gasístico ruso Gazprom si no quiere ver cortado su suministro. Desde que estallara la crisis entre ambos países, Rusia ha acordado varias subidas al precio del gas. Naftogaz transfirió a Gazprom parte del pago de la deuda (786 millones de dólares) para tratar de aplazar el corte del suministro, que expiraba el pasado 1 de junio, por lo que se alargó el plazo hasta el próximo día 9 del mismo mes. Rusia ha anunciado que podría rebajar el precio del gas para Ucrania hasta debajo de los 385,5 dólares por mil metros cúbicos si Kiev abona toda la deuda acumulada por el suministro del combustible, que a día de hoy supera los 5.000 millones de dólares. Desde la destitución del expresidente, Víktor Yanukóvich, el pasado 22 de febrero, el precio del gas para Ucrania ha ascendido hasta los 485 dólares por mil metros cúbicos. El conflicto en el este de Ucrania tuvo su origen en las revueltas de carácter europeísta que comenzaron en Kiev en noviembre de 2013, conocidas como el 'Euromaidán', las cuales desencadenaron la caída del gobierno de Víktor Yanukóvich en febrero de 2014. La situación de inestabilidad se agravó con la reacción del este rusohablante del país, donde Crimea se anexionó a la Federación Rusa en marzo y, desde entonces, otras regiones como Donetsk y Lugansk se han autoproclamado como nuevas repúblicas populares.