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CINE

El cine español no ve la luz al final del túnel

Por Rita CasdeloTiempo de lectura2 min
Espectáculos27-09-2013

No todo son alegrías en el Festival de San Sebastián. Los productores han alertado de la gravísima situación que está viviendo el cine español y, además, reclaman al Gobierno medidas urgentes para llegar a una solución que frene esta decadencia que, sobre todo desde la subida del IVA, va a galope.

José Antonio Félez, encargado de dar habitualmente estos datos, reconoció que les "gustaría que fueran distintos, pero es importante conocer el pulso de nuestra industria". En esta memoria se recoge que la facturación del cine español en 2012 ha caído un tres por ciento, del 15 al 12 por ciento, en el empleo que genera. Pero esto no es lo único, ya que se espera que en 2013 las cifras sean aún peores que el pasado año, tras observar "un descenso interanual, al mes de julio, de un 20,8 por cierto". La preocupación aumentó en los productores cuando se anunció que los rodajes en España se han reducido respecto a 2012 un 28,7 por ciento (92 rodajes notificados frente a los 129 del pasado año). Además, las películas españolas han sufrido un descenso de siete millones de euros menos que en 2012 (un 20 por ciento) y las salas han recibido 1,4 millones de espectadores menos. Por si todo esto fuera poco, a ello se le suma el IVA al 21 por ciento que tantos quebraderos de cabeza está dando y la reducción de las ayudas estatales en el Fondo Nacional de la Cinematografía, que continúan año tras año sin freno. Joxé Portela, presidente de la Confederación FAPAE, que acompañó a Félez durante la dura comunicación de los datos, exigió al Gobierno que se pronuncie: "Es necesario que sepamos si existe voluntad política o no para sacar adelante este nuevo modelo". Solo hay dos factores positivos dentro de tanto drama. Las ventas internacionales de los productos audiovisuales crecieron un 19,9 por ciento en 2012 con respecto al año anterior. Además, la cuota de mercado se mantiene estable (un bajo 11,3 por ciento), aunque cerró en un 17,9 por ciento gracias a taquillazos como: Lo imposible, de Juan Antonio Bayona, y Las aventuras de Tadeo Jones, de Enrique Gato. Este año, a falta de estrenos como Las brujas de Zugarramurdi, de Alex de la Iglesia; Gran piano, de Eugenio Mira, o Futbolín, de Juan José Campanella; además de la ya taquillera La Gran Familia Española de Daniel Sánchez Arévalo, los datos no se esperan tan positivos. Una situación muy dramática pero la esperanza es lo único que se pierde, así que la industria cinematográfica deberá agarrarse a ella.