UNIÓN EUROPEA
Croacia entra en la Unión Europea
Por Irene Flores Ruiz
3 min
Internacional01-07-2013
La Unión Europea (UE) amplía fronteras. Croacia es, desde este lunes, el miembro número 28 de pleno derecho de la Unión y el segundo país balcánico en sumarse al espacio comunitario tras la entrada de Eslovenia en el año 2007. Su entrada se realiza en un momento en el que Unión Europea atraviesa por una crisis económica y en el que el sentimiento europeísta ha disminuido notablemente. Aunque ha logrado allanar el camino de cara a cumplir los criterios de su entrada, aún, existen puntos que requieren cambios.
Tras más de una década de negociaciones y algo más de veinte años desde su independencia con Yugoslavia, Croacia celebró, el pasado domingo, su entrada a la UE mediante una ceremonia en la plaza principal de Zagreb, su capital. Banderas croatas y europeas ondearon en la multitudinaria celebración a la que acudieron aproximadamente dos cientos dignatarios extranjeros y más de 600 artistas. El primer ministro croata, Zoran Milanovic, ha recalcado, en la ceremonia de inauguración de este lunes, que los croatas nunca tanto como ahora han podido tener el destino en sus manos y ha prometido que aprovechará los fondos europeos que se destinarán al país después de entrar en la UE. En concreto, el país ya se ha beneficiado de una ayuda comunitaria por valor de unos 998 millones de euros desde el 2007 provenientes del fondo de asistencia a la preadhesión y recibirá más de 1.000 millones de ayudas europeas hasta el año 2020. Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha destacado que Croacia es un lugar completamente diferente al de hace unos 20 años que respeta las libertades fundamentales y el Estado de Derecho, que ha modernizado su economía y que, también, garantiza una no discriminación. Sin embargo, no todos son halagos ya que el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, reconoció, ayer, mediante un comunicado que Croacia está sumido en una recesión económica y que su adhesión no permitirá una salida de la crisis sino que ayudará a que mucha gente pueda salir de la pobreza. En efecto, Croacia afronta su quinto año consecutivo de recesión y su desempleo alcanza al 18 por ciento de la población activa, lo que supone que sólo hay cuatro trabajadores por cada diez habitantes. Además, más de la mitad de su población joven se encuentra en paro y, en cuanto a la calificación de su deuda, se encuentra, todavía, en el nivel de “bono basura”, lo que contribuye a alejar a inversores extranjeros, entre otras consecuencias. Croacia pidió su entrada al club comunitario en febrero de 2003 y, en marzo de 2004, fue confirmado como país candidato. Aunque las negociaciones de adhesión se iniciaron en octubre de 2005, no fue hasta junio de 2011 cuando se concluyeron. Los jefes de Estado y el gobierno de la UE firmaron el tratado de adhesión el 9 de diciembre de 2011 a la espera de que pudiera convertirse en un nuevo miembro comunitario. El pasado 22 de enero de 2012, un 66,2 por ciento de los croatas votaron sí a la UE y, el 9 de marzo, el Parlamento del país ratificó su entrada. Acto seguido, fue el turno de la Comisión Europea, quien en el mismo mes, destacó que Croacia cumplía con las condiciones para poder adherirse a la Unión. El camino hasta el día de hoy no ha sido fácil de recorrer. Además de las amenazas por parte de Eslovenia que, en varias ocasiones, intentó vetar su entrada, hay que destacar la reticencia de Croacia de entregar a los criminales de guerra del conflicto de los Balcanes a la Justicia Internacional, la disputa fronteriza por la Bahía del Pirán entre Eslovenia Croacia o el caso del ministro croata, Ivo Sanader, que fue condenado, en noviembre de 2012, por aceptar sobornos, como episodios que frenaron las negociaciones. El país balcánico cuenta, aún, con dos años más para ir incorporando todas las exigencias de la Unión a su normativa. El país aporta un nuevo idioma oficial al acervo comunitario como es el croata y mantendrá su moneda, la kuna, hasta que se considere preparado para utilizar el euro. Asimismo, no se incorporará instantáneamente al espacio Schengen aunque es probable que se sume en algo menos de dos años.