Oriente Próximo
Isreal calla y teme represalias de Siria por los ataques aéreos
Por Diego Ruiz3 min
Internacional31-01-2013
La tensión entre Israel y Siria vuelve a pender de un hilo tras el ataque aéreo contra un centro de investigación militar en Siria y contra un convoy que transportaba sofisticados misiles antiaéreos “SA-17” (de fabricación rusa) al grupo proiraní Hizbulá en el Líbano.
Por su parte, las Fuerzas Armadas sirias determinaron la entrada de aviones israelíes en su espacio aéreo, además del bombardeo posterior contra el centro militar, en el distrito de Jamraiya, en la provincia de Rif Damasco, causando la muerte de dos empleados. La reacción del ejecutivo israelí de Benjamín Netanyahu se ha sujetado en la ley del silencio ante las acusaciones del régimen de Bashar Asad. Un silencio que contrasta con el estado de alerta que ha desplegado el Ejército israelí, en la zona fronteriza con Siria y el Líbano. Este estado de alerta se ha producido tras recibir información de las dos agencias del ejército (Mosad y Aman) acerca de un nuevo envío de armas al Líbano. Por esta razón las fuerzas aéreas israelíes desplegaron hace dos días, dos baterías de defensa en el norte del país. Esta mañana el ex jefe de la Comisión de Defensa y Exteriores del Parlamento de Jerusalén, Tsaji Hanegbi explicaba que la colocación de esas líneas defensivas es el reflejo de la alerta a la que está sometida esa zona norte de la frontera. Hanegbi declaró que “Israel ha acertado al desplegar esas baterías que indican su preocupación y preparación para evitar lo peor”. Por su parte, el Ejército sirio denunció la penetración de los cazabombarderos israelíes desde el sur de los Altos de Golán bajo el radar desde donde atacaron el centro de investigación, que según Siria “el centro tenía el objetivo de elevar el nivel de la resistencia y la autodefensa”. A esta acusación, Tsaji Hanegbi contestó: “Debemos tomar con precaución y dudas los anuncios del régimen de Asad sobre todo debido a la guerra de supervivencia que lleva a cabo”. A lo largo de las pasadas semanas las fuerzas de Israel intensificaron el seguimiento de cualquier “posible movimiento de armas” debido a los combates entre el Ejército sirio y los rebeldes en las zonas consideradas “sensibles” (depósitos de armas químicas). Si este supuesto ataque aéreo israelí se confirma, el país estaría ejerciendo, una vez más, su “política de prevención”. Ya en octubre de 2012, Sudán acusó a Israel de “violar su espacio aéreo” al atacar contra una fábrica de armas iraníes que suministraba a varios grupos islamistas de Hamas en la Franja de Gaza. Otro ejemplo de la “política de prevención” israelí fue el ataque, en 2011, a un camión que transportaba armas a Gaza desde Sudán. En ninguno de estos casos, Israel no confirmó ni desmintió ninguna acusación, optó por la ley del silencio. Por otro lado, desde el punto de vista libanés, el Ministro de Asuntos Exteriores del país, Adnan Mansur, ha calificado de “salvaje” el posible ataque israelí, según informó la Agencia Nacional de Noticias (ANN). Mansur declaró ante los medios que se trataba de “un acto de agresión vergonzoso que confirma, una vez más, la política ejercida por ese Estado terrorista (Israel) desde 1948 y la amenaza permanente que representa para la paz y seguridad árabe”. El Ministro libanés aprovechó para pedir ayuda a sus aliados árabes para que tomen “medidas severas” contra el supuesto ataque y hagan frente a las amenazas del Gobierno de Netanyahu, eso sí, por “medios legítimos”. Asimismo, el grupo chií “Hizbulá” (que ha sufrido el ataque sobre el convoy) ha condenado los hechos argumentando que se encuentra dentro “de una gran conspiración” contra los pueblos árabes y musulmanes.