MONARQUÍA
Las abdicaciones son habituales en las coronas europeas
Por Selene Pisabarro2 min
Internacional31-01-2013
La abdicación de la Reina Beatriz de Holanda supone ya una práctica habitual en algunas monarquías europeas. Es normal que en el país holandés, en el momento el que el monarca cumple 75 años, abdique en su hijo que continuará con su labor. Aunque en España se ve como algo prácticamente imposible, ya que no existe una Ley Orgánica sobre la Corona, en otros territorios europeos es algo normal.
A lo largo de la historia, los monarcas que llegaban a una avanzada edad o por causas personales (como una enfermedad grave), abdicaban en sus descendientes. Esto no provoca ningún problema político institucional sino que, en la mayoría de los casos, renueva la imagen de un país. Sin ir más allá, en España, por ejemplo, Carlos I cedió la Corona a su hijo Felipe II. La Reina de Inglaterra es la más veterana de los monarcas ya que, a sus 86 años, lleva reinando desde 1952. Recibió la Corona de Eduardo VIII para que este pudiera vivir su romance con una norteamericana dos veces divorciada, Wallis Simpsons. El hijo de Isabel II, el Príncipe Carlos, ha asumido que no llegará a reinar y, seguramente, lo haga su hijo Guillermo. De la misma forma, no hay expectativas de abdicación en Suecia, Noruega no España. Actualmente, Europa cuenta con diez monarcas que, en algunas dinastías han renunciado a la Corona. En Holanda, la Reina Guillermina abdicó en 1948 en su hija Juliana I tras la II Guerra Mundial y, en el momento en que esta cumplió 71 años (en 1980) lo hizo en su hija, la Reina Beatriz I. En Bélgica, donde reina Alberto II desde 1993, se ha rumoreado que en diciembre planeaba ceder el reinado a su hijo. Esto hubiera coincidido con el final de la presidencia belga de turno de la Unión Europea aunque, finalmente, no ha sido posible ya que el país atraviesa serias dificultades para formar gobierno. Ya en 1951, Balduino heredó el reinado de Leopoldo III, un gesto que, dicen, salvó la monarquía en el país. En Luxemburgo también se cede la Corona a los descendientes desde que la duquesa María Adelaida lo hizo con su hermana Carlota en 1919. Esta, tras haber reinado durante 45 años, abdicó en su hijo Juan, que realizó la misma tarea en el momento en el que vio su salud debilitada con el duque Enrique en 2001. En Liechtenstein, el príncipe Hans Adam II recibió la Corona en 1989 tras la abdicación de su padre. Sin embargo, ostenta una monarquía distinta a las demás: aunque sigue siendo el Jefe del Estado, desde 2004 ha delegado la mayor parte de sus poderes políticos a su hijo Alois. Los demás reinos que existen en Europa son: Suecia, donde reina Carlos XVI Gustavo desde 1973, Dinamarca, cuya su soberana es Margarita II desde 1972, Noruega, con Harold V desde 1991 y Mónaco, donde Alberto III ejerce de monarca desde el 2005. Con la última abdicación de la Reina de Holanda, se abren los interrogantes sobre el futuro del monarca español. Fuentes cercanas a la Zarzuela, entre ellas el Príncipe Felipe, han afirmado que el Rey ejercerá sus funciones hasta el último momento ya que está en plena forma. Sin embargo, la Asociación Monárquica Europea considera que la población española aceptaría que Don Juan Carlos cediese el trono a su hijo, que acaba de cumplir 45 años.