HOMENAJE
Nuria Espert, doctora honoris causa
Por Cristina Márquez2 min
Cultura28-01-2013
Tras muchos años de trayectoria, la actriz catalana Nuria Espert ha recibido a sus 77 años de edad el doctorado honoris causa por la Universidad Complutense a toda una vida dedicada al arte y también a la versatilidad con la que ha afrontado todos sus trabajos y, en especial, la dirección de ópera que lleva realizando desde el año 1987.
Según ha informado la propia Universidad Complutense a través de un comunicado, el acto ha estado presidido por el rector José Carrillo y por la profesora de Historia del Arte Contemporáneo Ana María Arias de Cossío, quien además de leer la "laudatio", ha declarado que "las sinergias que Espert es capaz de generar en la escena para articular una verdadera obra de arte permiten que se pueda estudiar el teatro como una expresión más del Arte Contemporáneo". Muchos son y han sido los éxitos que han acompañado a Nuria Espert y por los que hoy es merecedora de tan grande honor. Desde que a los 13 años iniciase su carrera, la actriz catalana no ha parado de engrandecer su talento y ofrecérselo a su público. Si su primer éxito lo consiguió gracias a la sustitución de una actriz principal a los 18 años, el resto de sus triunfos dejarían claro que ella era la protagonista de todas sus representaciones. Su extraordinario recorrido recoge las interpretaciones de obras tan conocidas comoLa buena persona de Sechuan, de Bertolt (1967), Yerma, de Loca (1971) y Divinas palabras, de Valle Inclán (1976), entre muchas otras. Pero sería en el año 1969 cuando su carrera daría un gran salto a través de nuestras fronteras. Fue entonces cuando consiguió el Premio del Festival Internacional de Belgrado por su papel en Las Criadas de Genet, galardón que le dio el impulso final para llegar a lo más alto. A sus grandes triunfos sobre el escenario, la actriz quiso seguir contribuyendo al mundo del teatro desde otras perspectivas involucrándose como directora de escena en obras como La casa de Bernarda Alba en Londres, donde ha dirigido a actrices de la talla de Glenda Jackson o a Irene Papas en la obra Medeas en Barcelona. Su profesionalidad y su impecable trayectoria la llevaron a dirigir óperas tan importantes como Madame Butterfly, de Puccini, en la Scottish Opera de Glasgow; con la que obtuvo tal éxito que el interés y los encargos para la actriz y directora catalana se dispararon. Este gran triunfo hizo que dirigiese óperas como la de Amberes, Frankfurt, la de Los Ángeles, o las dirigiese en lugares como el Covent Garden, el Teatro Real de Madrid, el Palacio de la Maestranza de Sevilla o el Liceo de Barcelona. La Universidad Complutense de Madrid también ha querido destacar en este premio su contribución a la gestión en su etapa de codirectora en el Centro Dramático Nacional o al frente del María Guerrero. Un premio muy merecido por una de las personas más importantes del arte teatral de nuestro país que una vez más consigue un merecido reconocimiento ante una abrumadora carrera profesional.