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Latinoámerica

Las puertas de la discoteca brasileña estaban cerradas

Por Irene HernándezTiempo de lectura2 min
Sociedad28-01-2013

“Gran parte de los muertos estaban amontonados en la salida. La mayoría murió por asfixia. Lamentablemente, las personas se quedaron confinadas porque la salida principal estaba cerrada”. Asi lo asegura Guido Pedroso deMelo, comandante del Cuerpo de Bomberos de Río Grande do Sul, localidad brasileña en la que se encuentra la discoteca Kiss. Allí, al menos 233 jóvenes murieron asfixiados y aplastados en un incendio declarado cuando uno de los integrantes de la banda que actuaba en el local encendió una bengala. La discoteca tenía la licencia de funcionamiento vencida desde agosto del año pasado.

Según se desprende de las primeras investigaciones, la puerta principal del local estaba cerrada en el momento en que las llamas y la intensa humareda provocaron el caos dentro del local. El fuego se originó a las 2:30 horas de la madrugada del pasado domingo, cuando el vocalista de la banda Gurizada Fandangueira, que actuaba en el local, encendió una bengala. Las deflagraciones alcanzaron el techo de la discoteca prendiendo rápidamente el material de aislamiento acústico. A partir de ese momento, las llamas comenzaron a extenderse y una humareda altamente tóxica provocó el pánico generalizado dentro del local. Algunos testigos han narrado que los guardias de seguridad de la discoteca impidieron la salida de los jóvenes al pensar que pretendían abandonar el establecimiento sin pagar. “Cuando comenzamos a gritar que se estaba iniciando el fuego, el guardia de seguridad abrió los brazos para impedirnos la salida. Unas cinco o seis personas se abalanzaron sobre él derribándolo y después echaron la puerta abajo. Esa fue la única salida”, explica uno de ellos. El delegado de la Policía, Marcelo Arigony, ha revelado que tras recoger 17 testimonios "la información preliminar apunta a que en un primer momento las puertas fueron cerradas por los guardias de seguridad, aunque no de mala fe". Por su parte, el guitarrista de Gurizada Fandangueira, el grupo musical que tocaba esa noche, Rodrigo Martins, ha indicado que los guardias de seguridad cerraron las puertas porque creyeron que había una pelea. Según informaciones oficiales, el 90 por ciento de los fallecidos presentaba síntomas de asfixia e intoxicación. Además de las víctimas mortales, 117 personas se encuentran hospitalizadas con lesiones de diversa gravedad, algunas de ellas en estado muy grave. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha declarado tres días de luto oficial y ha suspendido su participación en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que se celebra en Santiago de Chile, para consolar a las víctimas y mostrar su apoyo a las familias de los fallecidos.