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FÚTBOL

El broche de una notable temporada

Por David de AncosTiempo de lectura2 min
Deportes26-05-2001

La Liga es el premio a una temporada, en líneas generales, buena. Aunque se le escapó la Supercopa de Europa en gosto y la Intercontinetal en diciembre, aunque cayó estrepitosamente en la Copa del Rey ante el Toledo (un conjunto de Segunda B) y fue eliminado dignamente en las semifinales de la Liga de Campeones por el Bayern Munich, a la postre campeón de la competición.

El pitido final del partido contra el Alavés fue la señal que esperaba el madridismo para salir a la calle y celebrar un título esta temporada, el último que quedaba, con el aliciente de que la Liga se resistía a la entidad blanca desde la temporada 1996/1997, entonces con Fabio Capello. Los dos últimos partidos de la 28ª Liga que gana el Real Madrid son el trámite de una campaña cargada de partidos y competiciones, hasta cinco oficiales desde finales de agosto: Liga, Copa del Rey, Copa de Europa, Supercopa de Europa y Copa Intercontinental. La primera competición que disputaron los hombres entrenados por Vicente del Bosque fue la Supercopa de Europa, que les enfrentó al Galatasaray turco. El partido se disputó en plena pretemporada, con el equipo blanco todavía demasiado verde, y algunos de sus jugadores, especialmente el portugués Luis Figo, estaban todavía muy lentos. El Madrid terminó perdiendo por 2-1, con un gol de oro de una de las bestias negras de los madridistas: el brasileño Mario Jardel. El Madrid perdía la primera oportunidad de hacerse con un título, pero la temporada era larga y la entidad blanca aún tenía la posibilidad de luchar por otros objetivos. La Copa Intercontinental llegó en diciembre contra el Boca Juniors argentino, que contaba con estiletes como Juan Román Riquelme y el LocoMartín Palermo. En cinco minutos el delantero argentino se encargó de aniquilar al Madrid con dos goles que pusieron en evidencia la defensa blanca. El Madrid fue a remolque durante todo el encuentro y no pudo ni supo igualar el marcador, a pesar de un gol de Roberto Carlos. Al equipo de del Bosque se le escapaba el segundo título de la temporada, pero el bache se ahondó con otro mazazo pocas semanas más tarde. El Madrid comenzaba su camino por la Copa del Rey enfrentándose al Toledo, un equipo muy inferior. Pero el pez pequeño se comió al grande y el Madrid, de nuevo 2-1, quedaba eliminado a las primeras de cambio. La Copa ha sido sin duda el gran fracaso de la plantilla madridista, un trofeo que no gana desde 1993. En Europa, el Madrid ha mantenido la línea de las últimas tres temporadas y ha rayado a un buen nivel. El equipo ha demostrado que está a la altura de los mejores de Europa, y sólo la disciplina defensiva del Bayern de Munich privó a los hombres de Vicente del Bosque de disputar su segunda final consecutiva de la Liga de Campeones. Por tanto, a pesar del cansancio, el final de temporada se puede calificar de excepcional. Vicente del Bosque declaró ante los medios sentirse emocionado por la consecución del título liguero: "Pienso en el madridismo, en la gente que más afecto le ha dado al equipo y a la que más crítica se ha mostrado con él. Yo prefiero mantenerme en un segundo plano en las celebraciones porque creo que la hinchada tiene la imagen de los jugadores".